domingo, julio 13, 2008

El gato se fue

Sí. Supongo que saltó por la ventana, pese a estar cerrada ésta. La última vez que lo hizo me sentí perdida. Hoy no estoy segura de querer que regrese. Podrá pasar un día, un mes, un año sin que sepa nada de él. No lo buscaré, no tengo manera de hacerlo. Si llegase a encontrarlo, me abstendré de preguntarle si quiere volver. Me dolería más su rechazo que su ausencia. Sin embargo, dejaré en la despensa su lata de comida y su cuenco para el agua. Quizá quiera usarlos alguna vez.

Por cierto, yo sé que les importa y se los digo, José está dormido en mi cama.

miércoles, julio 09, 2008

¿De dónde eres? ¿Yo?, de la Guerrero

De los años de mi hermano en Oaxaca hay una anécdota que siempre me ha llamado la atención. Estaba él empujando su carrito de paletas cuando una anciana, molesta por la estrechez de la banqueta, lo rebasó rumiando: "Estos malditos orientales que nada más nos vienen a quitar el trabajo". Cada que la cuenta nos gana la risa y no por lo absurdo que resulta el establecimiento de la industria paletera como fuente de empleos a defender. Lo risible del asunto es que, por más licencias poéticas que nos tomemos, mi hermano no tiene cara de oriental por ningún lado. Yo, que según las malas lenguas soy igualita a él, menos. O eso creía...

El domingo me puse a platicar en inglés con un tipo de Namibia. En algún punto de la conversación me pregunta:
- Where are you from?
Me pareció que el comentario estaba de más; el que tenía cara de turista era él, no yo.
- What do you mean? Which town I was born or what?
- No. Where are you from?
Respondí sin estar segura que estuviéramos hablando el mismo idioma.
- I'm mexican.
- Really? I believed you were from some part of Asia.
- What?!
No, en realidad dije "¡¿guá?!"
- Yeah. But, your parents are from there, right?
- Nop.
- One of them?
- Nop.
- Your grandparents then?
- Nop.
- Not all, but maybe a couple?
- Nop.
- Someone in your family?
- Nop.
- At least one foreigner, or something?
- Enough, big guy.

Pero me quedé con la duda y le conté al inge.
- ¿Qué opina, mi estimado?
- La verdad, licenciada, es que tiene usted una caida de ojos muy particular.
Con toda la impaciencia de que fui capaz, repliqué.
- ¿Esssss decir?
- Que no sé, jaja.
Cerré esa parte de la conversación con un mexicanísimo "mmta" ante su sinceridad galopante y me puse a ver fotos.

¿Oriental? ¿De dónde? ¡Ni siquiera me vestí de china poblana en los bailables de la escuela! Cierto que mis ojos no son grandes y que tengo unas ojeras destacables, pero en esta casa ni blanquitos somos. Flacos, menos. ¿Cachetones? Sí, a estas alturas del partido ya me hice a la idea. Tampoco somos altos y si algo se nos encrespa es el cabello. Pero, ¿ustedes qué dicen?

Ya me los imagino preguntando, ¿y esta quién es? ¡Soy yo! En la versión más original que tengo a la mano, pa'que no digan que altero el proceso de auscultación.

martes, julio 08, 2008

Tiempo

Tengo hambre, estoy inquieta. Me gustaría que esta hora pasara sin más. ¿Por qué insisto en usar relojes de manecillas si no sé leerlos? Cada vez son más comunes los que no tienen segundero. Yo más de una vez he creido que no sirven, que se han detenido. Los que alcanzo a escuchar estando lejos, allá en mi muñeca, me causan sentimientos encontrados: a veces me desquician con su repetición incesante, como de gotera en medio del silencio de la madrugada; a veces agradezco que den muestra de algo constante en este mundo.

Han pasado seis minutos y ninguno. Por más que lo busco, no encuentro el regalo de este instante. Escarbar en el aire es una estrategia equivocada, pero insisto para conservar algo de cordura. Mi estómago reclama. Hay vacíos más vulgares que llenar que el de tu ausencia. Seis minutos más para olvidar tu aroma, otros seis para desvanecer el recuerdo de tus manos en mi espalda. El jugueteo de tu boca me llevará doce. Lo merece. A este paso te habrás ido cuando el checador cambie y nos deje salir de este edificio, como el vómito de corbatas grises y zapatos de tacón alto que somos.

La pantalla parpadea. La hora, con animación 3D y segundos incluidos aparece justo en el momento en el que el dolor me dobla. Esta punzada en el centro del abdomen está unida al recuerdo de mi madre, que me prohibió el café hasta los 15 años. Su gesto de reprobación, compuesto por unos ojos satisfechos y una sonrisa condescendiente, hacen que me lleva la taza humeante de nueva cuenta a los labios. Reacomodo mentalmente los tres pares de números que rebotan suavemente en los bordes de mi monitor y no alcanzo a representar las veces en que he desobedecido por deporte, no por convicción.

Ahora todo está obscuro, detenido. Incluso ese gato que me despedaza las entrañas se encuentra inmóvil. Siento que mi cabeza hierve y quiere estallar. Esta fuerza crece, me estruja, me expande y va a matarme. Quisiera entrar a mi cerebro y aliviar la presión a cualquier costo, pero la escena, bajo luz mortecina, de un empleado mal pagado que trata de despegar mis sesos de una alfombra luida, me frena. Caigo en la cuenta de que ya no hay tiempo, se ha acabado. Me tranquiliza recordar que sin tiempo no hay movimiento y que sin movimiento mis sesos no irán a ensuciar ninguna parte. Consuelo insuficiente, la explosión se hace inminente con cada pensamiento. La razón me abofetea con desprecio, me planta, no contesta ni mis llamadas ni mis ruegos, mientras la locura me abre las piernas, untuosa, tibia, deseable. ¿Hacia dónde?, ¿hacia dónde?, ¿hacia dónde?, ¿hacia dónde?, ¿hacia dónde?, ¿hacia dónde?, ¿hacia dónde?

Alivio. El segundero avanza. Al fin.

lunes, julio 07, 2008

No puedo dormir

Ya sé que es muy temprano para una frase así, pero no puedo hacerlo. Es extraño si consideramos que anoche estaba cayéndome de sueño, que hoy ya estaba en la oficina a la hora a la que suelo levantarme, que no he tomado cafeína hace más de 24 horas y que considero el dormir uno de los placeres fundamentales de mi vida. Tampoco puedo leer, la tele ya no está en mi cuarto, la música me desespera y las opciones telefónicas están agotadas.

Sólo puedo dar vueltas y vueltas y vueltas y vueltas y vueltas y...

sábado, julio 05, 2008

Posesión

Hoy desperté del sueño que siempre deseé, que siempre temí. Al fin mi incosciente me llevó a la encrucijada entre realidad y fantasía y tomé una decisión. Ahora estoy cansada para relatarlo todo con detalle. Baste decir que me siento satisfecha conmigo misma; que la congruencia que siempre he buscado existe y es asequible para mí.

Larga vida a este feudo onírico que al fin siento mío.

viernes, julio 04, 2008

Bici (update)

Para beneplácito de algunos lectores, mi golpe está verde. Ahora tiene al centro un gran punto rojo brillante que ha ido creciendo. Pero lo que realmente me llama la atención son un par de zonas amarillas que se sienten rígidas al tacto. Me sirven para la terapia ocupacional: me la paso picándolas cuando estoy en el chat o hablo por teléfono.

No obstante, hoy le bajé 15 minutos al tiempo que hice de mi casa a la oficina el viernes pasado.

Fotos hasta que averigüe dónde dejé la cámara.

jueves, julio 03, 2008

Dopaje

Justo a mis 30 años y medio caigo en la cuenta de la necesidad de fuentes alternativas de energía, así que de desayuno me aventé uno de mis ya reconocidos cafecitos chocolateros y ando como rehilete desde hace horas. Ojalá el efecto se pase cuando necesite dormir y no me quede yo chiflando en la loma toda la noche.

miércoles, julio 02, 2008

Madrugada

Si no tengo necesidad de dios, ¿por qué habría de necesitarte a ti?

lunes, junio 30, 2008

Mi nombre es peligro

Habrá quien opine que ser burócrata es la ocupación menos excitante que puede haber, pero yo me la juego todos los días. Cada mañana pienso que éste puede ser el día en que cumpla mi destino como conejito suicida.

A ver, ¿quién de ustedes arriesga tanto el pellejo como yo? ¿A ver, a ver?

domingo, junio 29, 2008

Bici

La tengo hace unos cuantos meses. En 30 años no sólo no había tenido una, no sabía cómo usarla. Me enseñaron con cariño y paciencia. El viernes fui y vine del trabajo con ella. Hoy recorría 28 km en dos horas y media.

Gracias.
Soy feliz.

Por cierto, me puse un madrazo...



Mañana va a tener un precioso color morado.

domingo, junio 22, 2008

Dimisión

¿Y si nos dejamos de mentir? ¿Y si admitimos de una vez que somos simples, banales, estúpidos? ¿Qué es lo peor que podría pasarnos? Caer del pedestal de unicidad que nos hemos construido, pero ¿qué más da?

¿Es que no queremos ser felices como todos aquellos a quienes miramos por encima del hombro?

jueves, junio 19, 2008

Desmañanadas

Por segundo día consecutivo desperté tarde. Hice malabar y medio para llegar a tiempo a la oficina, y con estas lluvias no hablamos de una hazaña menor. El problema es que no he desayunado como acostumbro (cereal, fruta, jugo, tecito) ni he traido mi colación de media mañana (más fruta, emparedado de mermelada). Ayer me zampé un chocolatín y hoy tengo delante un café negro, ligeramente rebajado con un nutritivo chorro de leche descremada.

Mi gastritis me lo va a agradecer, mi estómago no.

lunes, junio 16, 2008

Purgatorio

Y volví la vista hacia el vacío. Mis manos, cubiertas de llagas, ya no sostienen nada. Mis oídos se llenan de un zumbido constante y ruinoso. ¿Aún lates, corazón? Mis piernas se tambalean y, sin yo desearlo, avanzan. ¿A dónde ir, si ya nada tiene sentido? Diríase que soy un autómata, que mi cuerpo guarda más voluntad que yo misma.

Costumbres, sabores, recuerdos. Reacciones nerviosas, deseos ocultos, atavismos vergonzosos. Todo se entremezcla y se alza, pero al final soy nada. El exterior no hace contrapeso si dentro sólo hay un remolino de aire. Aquí todos flotamos sin guardar relación alguna.

domingo, junio 15, 2008

Lastre

Borren su lista de marcadores. Así, de trancazo. No hay cosa más simple, liberadora e inocua en estos días.

sábado, junio 14, 2008

Pequeñas economías

¿Se aficionaron a los carísimos cafés que venden ciertas cadenas transnacionales, pero buenamente se fundieron la quincena con don Daniel Cosío Villegas? ¿Acaso se mojaron cuando volvían a casa después de hacer la despensa y quieren beber algo rico y caliente sin tener que salir a la calle otra vez? No desesperen, que para todo hay solución.

Vacíen una taza de café cargado sobre al menos cuatro galletas emperador de chocolate (si están deprimidos, suban el mínimo a seis), revuelvan hasta desbaratarlas y rematen con media taza de leche tibia. Ñam.

Es perfecto para estar con Galeano, Joyce, Benedetti, Maalouf, Saramago, Pourchet o cualquier otro amigo que hayan decidido invitar a casa.

Salud.

jueves, junio 12, 2008

Bruxismo

Hace tiempo que tengo problemas para dormir. Mis neurosis me han llevado de temporadas en que me quedo dormida en cualquier rincón al estado actual de insomnio consuetudinario. No sé si como causa o consecuencia, en esta última temporada sufro la agravante de rechinar los dientes a un grado tal que mis incisivos tienen un acabado de sierrita en la parte inferior.

Hace algo de tiempo también, me recomendaron ponerme por las noches un protector bucal deportivo, como los que usan los jugadores de futbol americano, para poder dormir a gusto. Cuando le escuché semejante consejo a mi shrink le puse mi mejor cara de "¿y tu nieve, reina?" y me olvidé del asunto. Pero hace un par de semanas estuve durmiendo tan mal y descansando tan poco que decidí hacerle caso antes que caer presa de un arranque de desesperación que me orillara a preparme un té de hojas de lechuga en mitad de la noche.

Pese a su desagradable sabor chicle, el mentado protector resultó ser una maravilla. La primera noche lo usé mientras veía una película y no pude terminarla porque me caía de sueño. No sé cuál sea el truco, porque ni siquiera lo muerdo con fuerza estando despierta y me lo quito antes de quedarme dormida. Si acaso me despierto antes de tiempo, lo busco con los ojos cerrados, me lo pongo un rato otra vez y santo remedio. A veces ni alcanzo a quitármelo. Su efecto ya es tan inmediato que me quedo dormida más rápido que un pollito al que le quitan la luz.

Y lo mejor de todo es que recuerdo mis sueños cada mañana. Profusos, complejos y deliciosamente sensuales, mis sueños me hacen sonreír o llorar poniéndome un espejo delante. Mientras dejo la cama me convenzo que, si bien prefiero la realidad, mi inconciente es mi purgatorio, infierno y paraiso inmejorables. Rigor y fantasía que se funden cada noche ante mis ojos, en la punta de mis dedos, que me traspasa los sentidos y me hurga por dentro, soñar se ha vuelto un vicio del que no pienso escapar.

Hoy creo que si me dieran a elegir cambiar mi vida por la de algo más, eligiría ser un modesto caballo de tiro. Con el freno en la boca y los ojos cubiertos, caminando como autómata, pero soñando, soñando y soñando...

miércoles, junio 11, 2008

Nude

¿Qué se pierde cuándo el amor ya no duele? ¿Qué, cuándo los sueños se cumplen?

¿Qué soy ahora que me tienes sin lágrimas?
¿Quién eres tú que hoy sonríes?

martes, junio 10, 2008

Esta mañana

Hoy quise salir a la calle sin pensar en otra cosa que no fuera el olor a tierra mojada. Para mi sorpresa encontré en la puerta un ramo de mis flores preferidas. Giré la pequeña tarjeta con mi nombre y encontré una sola frase escrita en letra de imprenta: "Lo siento".

No puedo imaginar quién es el remitente, pero tengo la certeza de que no se disculpa por ofensas pasadas, sino por dolores futuros.

lunes, junio 09, 2008

¿Cómo iba eso del enemigo pequeño?

El viernes pasado soporté perfectamente una cirugía ocular correctiva, rápida y con varias etapas. Primero me abrieron los párpados con adhesivos y pinzas. Ojalá hubiera podido verme con mi look de Alex Burgess. Luego rebanaron sendas secciones de mis córneas, sin separarlas del todo. Si así lo hubieran hecho mi topología hubiera quedado indemne, pero otra vez le di en la torre. Levantaron esas tapas dejándome los ojos como almejas abiertas, listas para echarles limón, y me cincelaron a gusto con un láser. Con ésto no sólo corrigieron el tamaño y la curvatura de mis glóbulos oculares, también me dieron oportunidad de comprobar que la propia carne despide un olor dulzón cuando la queman. Por último regresaron las tapas a su lugar y las alisaron con algo parecido a un trapeador en miniatura.

Me negué a abrir los ojos las 18 horas siguientes, pero de ahí no pasó. Lo más cercano al dolor que llegué a sentir en todo ese tiempo fue el escalofrío que me produjo el sonido del microtomo y sólo porque suena igualito al torno del dentista. Ni siquiera me dolió la cabeza. Además me divertí sintiendo los ojos pegados y quitándome las lagañas a la mañana siguiente. Fue todo. Incluso disfruté la ceguera momentánea que padecí en alguna parte del procedimiento, aunque no recuerdo en cuál.

Pero hace un rato que me revisó el médico, decidió remediar la preocupante resequedad de mis ojos taponándome los lagrimales. Qué bueno que esta vez no me explicó nada de lo que me iba a hacer porque me hubiera negado de plano. Despertó mis suspicacias cuando lo vi acercarse con unas pinzas que sostenían algo muy parecido a la puntilla de un lápiz. Antes de que pudiera reaccionar ya estaba intentando meter ese palillo justo por donde cabía. Ahora que lo pienso me doy cuenta porqué el condenado tardó tanto y terminó haciéndome doler todo: el condenado se la pasaba haciendo movimientos verticales con las pinzas cuando el canal a obstruir ¡es horizontal! Llevo un buen rato sin aguantar la cabeza y me duelen mucho los huesitos de los pómulos y las cejas. Siento los ojitos terrosos y, para colmo de males, la resequedad sigue igual. Ojalá esto mejore mañana, porque ahorita no me soporto ni yo.

Por fortuna los tapones son de colágeno y van a disolverse en 15 días, porque repartiría unas cuantas patadas si tuvieran que acercarme una jeringa al ojo para aplicarme agua a presión y sacármelos por la garganta. Ugh.

viernes, junio 06, 2008

Géneros

Pensemos en un corredor que aventaja al resto de los competidores de una carrera y sin embargo decide detenerse a medio metro del final para dejar pasar a todos los demás. Si la meta fuera hombre se burlaría del corredor toda la vida. Pero si fuera mujer, la meta se ofendería a muerte.

jueves, junio 05, 2008

Chulada

Acabo de hacer una gráfica tan linda, pero tan linda,


que tardé en darme cuenta de que estaba toda mal.

miércoles, junio 04, 2008

Espejo

Por fin la imagen que me devuelven tus ojos soy yo.

sábado, mayo 31, 2008

jueves, mayo 29, 2008

Inferencia

Hemingway dice que con la derrota viene la amabilidad, que los que han sido vencidos desarrollan una bonhomía que se explica por esa única causa. ¿Cuántas veces me he sentido vencida, destrozada, rota por dentro? Ocasiones incontables ya. La sensación de abandono que acompaña a la rendición me resulta familiar desde hace mucho. Sin embargo, si algo me han reprochado de antaño es no ser amable, al grado que hay quienes me tachan de altanera. Pobre y soberbia, dirían por ahí.

La cuestión es, ¿soy un contraejemplo a la formulación del escritor? ¿Está Hemingway equivocado? ¿Dónde puede estar el error?

Una posibilidad es que a la fecha yo no haya sufrido una derrota verdadera. Falso. No me extenderé hoy en ejemplos, pero ni mis más acérrimos detractores podrían mirarme a los ojos y sostener cosa semejante. Algunos de ellos incluso han claudicado conmigo.

Otra es que las reclamaciones que me han dirigido hayan sido mentira. No lo creo. Personas de mi entera confianza y todo mi cariño me han señalado una y otra vez tan desagradable característica de mi persona. Yo misma tengo que admitirlo. Es un arma que desenvaino con facilidad.

Podríamos concluir entonces que Hemingway está equivocado, pero en verdad no lo creo. Esa debilidad del alma, esa fatiga por lo que ya no tiene sentido nos empequeñece y nos arrastra a pensar en el otro, aunque sólo sea por la esperanza de que el otro piense en nosotros y no nos abandone. Observar nuestras propias cicatrices nos hace reflexionar sobre el dolor que podemos acarrear a otros y nos hace ser más suaves y considerados, por lo menos un poco más amables.

¿O es que por amabilidad Hemingway se refiere a la dignidad de ser amado? En tal caso no hay salida; también se equivocó conmigo.Porque nunca he sentido que se me quiera más en ninguna de las ocasiones en que me ha postrado esta vida.

martes, mayo 27, 2008

jueves, mayo 22, 2008

IFETEL

¿Quieren acordarse cómo sonaba la voz de esa maestra de primaria viejita y desdentada? ¿Quieren saber en qué tono se reza el rosario en los pueblitos de nuestra bella provincia? ¿Quieren saber cuál es la frase más larga que se puede decir en nuestro idioma sin respirar? ¿Quieren probar un método, por fin gratis y eficaz, de combatir el insomnio? En caso de imperiosa necesidad, ¿quieren que algo los baje de la nube en que andan?

¡¡Llamen al 01 800 433 2000 y consulten la ubicación del módulo más cercano a su domicilio!!

Lectores allende las fronteras, no se agüiten. También pueden ser partícipes de esta experiencia llamando por cobrar al 52 55 5481 9897.

martes, mayo 20, 2008

Lazos

El gato metió la cola en mi té con leche. Aún así me lo tomé. Le di un pedazo de pan con mermelada y llenó la cama de moronas. Yo no debiera cenar entre las cobijas, pero es tan rico hacerlo cuando llueve... A José le gusta el espacio que se forma entre mis piernas cuando estoy sentada. Me hace cosquillas con la lengua y me olvido de todo.

Llevamos una larga temporada sin acomodarnos a la hora de dormir. Él me araña los brazos o me maulla en el oído. Yo lo amenazo con la almohada o le doy pequeños empujones. Sin embargo, al despertar, estamos más cerca que nunca, casi abrazados.

Yo busco al llegar a casa, él me reclama las noches que paso fuera. Y después de una hora juntos ya no queremos vernos más. Somos el arquetipo del matrimonio viejo; no nos soportamos, pero abominamos la idea de separarnos. A veces nuestra felicidad no consiste en hacer al otro sonreír, sino en ahorcarlo un rato. Aún así puedo jurar que este gato y yo nos amamos con locura.

¿Así acaban siempre los lazos que perduran? ¿Los amores pasionales, las relaciones tortuosas, los dramas de imposibles? ¿Justo así? ¿Neta? ¿Este es el verdadero significado de "y vivieron felices para siempre"?

¿Es eso lo que quiero?

lunes, mayo 19, 2008

Al aire

Siento que pasa un día y otro y otro y otro y otro sin más. El esfuerzo no se acumula, las experiencias no permanecen. La vida se me escapa de entre las manos.

¿Hasta cuándo?

miércoles, abril 30, 2008

martes, abril 29, 2008

El lado obscuro de la fuerza

No me pregunten porqué, pero estoy instalando Visual Studio 2008. Hay varios escenarios posibles en el corto y el largo plazo.

a) Mi máquina truena y hay que formatearla.
b) Mi máquina no truena con la instalación, pero se muere a cada rato.
c) La máquina sobrevive sin problemas, pero yo sigo distrayéndome como de costumbre y no aprendo nada.
d) La máquina sobrevive sin problemas, me concentro, aprendo algo nuevo en mis horas muertas y me lleno de dinero con mis nuevas habilidades.

Quién sabe, esto ya suena como el chiste aquél de irse en taxi o en camión. Por lo pronto tengo un anuncio para los linuxeros: ¡Tragueeeeen!

lunes, abril 28, 2008

Necesito un abrazo

... y un poco de fuerza de voluntad.

viernes, abril 25, 2008

Inversión

¿Cuánto dinero le pondrías a una relación añeja, enmohecida, casi olvidada? En verdad estoy hablando de pesos y centavos. Pero lo más importante, ¿cuáles serían tus motivos? ¿Tenderle la mano a ese fantasma en el que hace mucho no piensas o darle una oportunidad más para que la desperdicie y te desagas para siempre de él?

jueves, abril 24, 2008

Onírico

Por primera vez soñé que tenía un hijo.

Aún era pequeño, dos años acaso. Vestía pantalones de mezclilla y un suéter mullido y oscuro, de aspecto casi gastado; de perro, como les digo. Estaba parado en medio de una habitación, con los brazos recogidos y la barbilla sobre los puños. Miraba algo cerca del piso con cara de puchero o de sueño, que en mi familia es casi lo mismo. Yo me acercaba y él se dejaba levantar sin prestarme atención. No separaba los brazos del cuerpo, sólo los acomodaba en mi pecho mientras recargaba su rostro en mi hombro. Caminaba con él mientras le mesaba los cabellos y hundía mi nariz en su cuello para aspirar con fuerza ese olor de algodón que perdemos al empezar a hablar. No cerraba los ojos pese a estar cansado, pero hacía esa pequeña mueca de cuando él o yo nos sentimos estafados. Después de unos pasos nos perdíamos entre las sombras.

Desperté con una única inquietud, un detalle que no se acomoda en ningún plano, real, inconsciente o imaginario. Algo que no alcanzo a interpretar, pese a ser tan simple: ese niño era rubio.

martes, abril 22, 2008

Morelia

La primera vez que vine a Morelia fue hace tres años. Me pasé aquí todas mis vacaciones de semana santa y, si la memoria no me falla, fue la primera vez que viajé netamente sola: sin compañía a un lugar donde no conocía a nadie.

El domingo comprobé que me aprendí las calles del centro de forma duradera. Al principio me desorienté por haber llegado al centro desde otra dirección, pero todo fue cuestión de mirar de lado el mapa, con la cabeza inclinada como la de los perritos que no entienden algo, y asunto arreglado. También volví a disfrutar de mi comida de viaje favorita, probada por primera vez aquí: pan de sal y fruta. Un bolillo de agua y un gazpacho es todo el combustible que se necesita para andar esta ciudad en una tarde. Esta ocasión no tendré oportunidad de ver qué tan bien recuerdo Janitzio, Pátzcuaro, los alrededores de Cuitzeo o Zirahúen, Santa Clara del Cobre o Quiroga, pero imagino que el resultado sería muy satisfactorio. Me gustaría encontrar otra tira de pecesitos de palma, comeré más nieve de pasta que la vez anterior y sí llevaré dulces, pero no creo que valga la pena renovarle la gatera a José.

¿Por qué pienso ahora en todo esto? No es simple remembranza, créanme. Es porque, como dice mi amor platónico, no hay coincidencias. Aquella vez viajé para acá y de ese modo porque estaba probando las consecuencias y los límites de ya no ser una mujer casada. En esta ocasión el trabajo me retendrá aquí justo el tiempo suficiente para no despedirme del que fue mi esposo antes de que él se vaya del país. No sé qué significa todo esto, ni siquiera creo que deba tener significado alguno. Pero algo me dice que un día voy a inclinar la cabeza y ver algo que ahora no puedo.

lunes, abril 21, 2008

Soberbia

Uno se cree una persona difícil hasta que se enamora de una persona difícil.

domingo, abril 20, 2008

Sono qui

Qui es, desde hace unas 7 horas, la tranquila ciudad de Morelia. Luego les cuento porqué voy a andar aquí toda la semana. Ténganme paciencia, que yo tengo sueño.

Hasta mañana.

miércoles, abril 16, 2008

Tengo un pisapapeles nuevo



¿A poco no está bello?

martes, abril 15, 2008

Delivery (Answer)

Pasa que todos los involucrados se olvidan del pay y se quedan sonriendo como bobos todo el día.

Extraño, ¿no?

lunes, abril 14, 2008

Delivery (Question)

¿Qué pasa cuando entregas pay de queso a domicilio después de las once de la noche?

Dejen averiguo.

sábado, abril 12, 2008

Alitas

Acabo de comprar un par de alitas. De buena gana me las hubiera puesto para cargarlas más cómodamente en el camino de regreso, pero no me corresponde estrenarlas; no son para mí.

Yo tuve mis propias alas cuando estuve en la primaria. Eran azules con lentejuelas en lugar de verdes con diamantina como éstas. No me gustaba no poder verlas mientras corría porque, a juzgar por la sensación en mi espalda, deben haberse estado moviendo muy bonito. Sin embargo era fácil ver los destellos que el sol les sacaba y el ventanal de mi abuelita era suficientemente grande para verme reflejada en él por varios pasos. Seguro acabaron en la basura después de rodar por ahí un buen rato. Unas alas son algo que una niña olvida con facilidad porque hay otras cosas por probar: una capa, unas botas de bombero, un sombrero... Confieso que nunca las he extrañado, pero reconozco que hubiera sido buena idea tenerlas a la mano en ciertos momentos. A veces la gente necesita verlas.

Cosa más fácil. En la tienda había alas de mi tamaño y en varios colores. Creo que no está de más tenerlas de un modo más tangible.

martes, abril 01, 2008

Abandono

No estabas junto a mí al despertar. La cama estaba tan fría que no sé desde cuándo me dejaste. Te busqué con la mirada y te llamé más de una vez preguntándome a dónde te habías ido.

Me levanté con desgano y preocupación. Las mañanas no son las mismas sin ti. Alargué los minutos cuanto pude anhelando verte aparecer de nuevo, frío e indiferente, pero conmigo. Salí de casa resignada, con mi deseo incumplido y casi a punto de llorar por tu ausencia sin despedida.

No sé dónde ni con quién estás. No sé si volverás hoy o mañana, ni siquiera sé si te veré otra vez. Dime, ¿qué voy a hacer sin ti, maldito gato?

lunes, marzo 31, 2008

Amarillo

Si algo me gustaba cuando era niña es que mi mamá me lavara los ojos. No sé para qué lo hacía, pero igual me encantaba. Preparaba un té de manzanilla muy cargado, lo dejaba enfriar, lo ponía en un lavaojos y me lo daba. Yo inclinaba la cabeza hasta pegar mi ojo al vasito de vidrio, todavía vertical y luego me echaba para atrás. Aunque siempre intenté mantener los ojos abiertos desde el principio, nunca lo logré; cerraba hasta el otro ojo. Una vez que me acostumbraba a sentir la humedad en el párpado, me animaba a dejar correr el líquido hacia adentro. Me encantaba la sensación de frescura. Era como si alguien me soplara de continuo en el ojo sin que éste se secara.

Pero lo mejor era ver el mundo color amarillo. El mantel de la mesa, el fuego de la estufa, la ventana, las plantas, mi perra, el cielo. Uno de mis mayores anhelos de entonces fue tener dos lavaojos para poder jugar con ellos todo el tiempo. Nunca supe porqué solo teníamos uno. Hubiera sido tan divertido ver el mundo de otros colores con ambos ojos al mismo tiempo... Ahora se me ocurre que hasta pude haber usado infusiones diferentes: jamaica, bugambilia, hojas de naranja o guayaba, té limón, cualquier cosa. ¿Cuántos efectos podría lograr?

No sé donde acabó el lavaojos que teníamos. Aunque lo dejamos de usar casi por completo, por años supe dónde encontrarlo. En Cuautla, en la cocina de antes de construir, mi mamá tenía dos alacenas azules en la pared contraria a la de la puerta. Además de los anaqueles centrales, estas alacenas tenían otras repisas en las esquinas, con los bordes redondeados. El lavaojos estaba en uno de esos extremos, el del lado izquierdo de la alacena de arriba, en el entrepaño de hasta abajo. Una vez que nos mudamos, lo perdí y hasta hoy no había vuelto a pensar en él.

Hoy que los ojos me arden bastante, será suficiente con darme una vuelta a la París y luego ir a casa a hacer té de manzanilla para mis dos ojitos. Nunca ha sido tan sencillo sentirse bien otra vez y por más de una razón.

viernes, marzo 28, 2008

Enojo

En días como hoy pienso que debí ver más capítulos de El diván de Valentina. Lo que es claro es que no escuché suficientes veces aquello de "Di lo que piensas, no lo actúes..."

Carajo.

miércoles, marzo 19, 2008

El fin de la infancia

Murió Arthur C. Clark. No llegó al 2010 y quizá fue lo mejor. Yo en su lugar me hubiera sentido defraudada al ver correr irremediablemente al mundo en una dirección distinta a la que señalé.

martes, marzo 18, 2008

¿Qué haré?

No lo sé. Todo es cuestión de decidir qué quiero y a qué precio. Evaluar costo contra beneficio, pros y contras. Tampoco debo perder de vista que, decida lo que decida, no todo depende de mí. Siempre estamos sujetos al arbitrio de los demás...

lunes, marzo 17, 2008

Desde mi cama

Hoy decidí no bajar al mundo. Abrí los ojos con la plena intención de no abandonar mi cama. Solo me atrincheré en las cobijas paraa leer El Extranjero de Albert Camus ("Camiú", lo pronunciaba él). Me hubiera gustado que me lo regalaran, pero comprarlo con mi sueldo también tiene su encanto.

Creo que Meursault es un tipo que se basta a sí mismo. Su actitud raya en la misantropía. ¿Cuántas veces no hemos sentido pereza, indiferencia por el entorno y sus convencionalismos, apatía total por lo que pasa fuera de nosotros? ¿Y qué hacemos? Terminamos por ceder, por salir de nuestro ensimismamiento. A regañadientes o por gusto, vencidos o no, acabamos entregándonos de nuevo al juego de todos los demás. Pero Meursault se niega y no debido a alguna gran convicción. Es simple congruencia. Ha sido un mero espectador toda su existencia y no va a cambiar sólo porque la vida se le vaya en ello. No se siente atado a las leyes humanas, morales o civiles, porque no le significan nada. En esto se asemeja a Kurtz, el protagonista de El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad. Sin embargo Camus dibuja un personaje más crudo en tanto no le proporciona el alivio del aislamiento físico de la sociedad. Meursault tampoco se considera especial en sentido alguno. Le parece ser presa de un absurdo enorme, cuya etapa culminante él mismo desató, pero que le ha acompañado desde siempre. Sus observaciones del mundo son certeras por desapasionadas y su pensamiento final, postrero, es más producto de una reflexión lógica que de algún resentimiento. El hombre tomó una decisión y no hubo nada que lo hiciera cambiar.

Yo en cambio soy muy débil. Voy a la cocina a comer zucaritas.

domingo, marzo 16, 2008

Sin ayuda

De niña me desconcertaba el gusto y la facilidad con que mi abuela mataba y destazaba animales. Por sus manos vi pasar chivos, cerdos, guajolotes, gallinas y, si me animo a exagerar, hasta un becerro. Afilaba un cuchillo, tomaba algún balde y se acercaba a la víctima ignorante con aire indiferente. Sus movimientos carecían de técnica pese a saber muy bien lo que hacía. Todo lo que mi abuela tenía para sacrificar eran determinación y miles de consejos. “Que el animal no sienta miedo, para que la carne no sepa mala”; “despluma a las gallinas cuando todavía están calientes, es más fácil”; “si no inclinas bien el cuchillo no llega al corazón y el animal sufre”; “ten cuidado al abrir una guajolota, si maltratas la hueva ya no sabe tan rica”; “hay que esperar a que salga toda la sangre y luego dejarla secar un poco antes de prepararla”.

Todo esto debió aprenderlo de su padre, que fue carnicero. Un matancero apenas y no por falta de ganas u oficio, sino de práctica. Vivió siempre en un pueblo muy pobre, donde hasta las yerbas escaseaban; así que no creo que haya ejercido su oficio con mucha frecuencia. Pero poco o mucho ella aprendió con gusto a fuerza de acompañarlo a todas partes y observarlo con atención. Verlo morir siendo tan niña es una de las grandes amarguras de su vida, la simiente de todas sus desgracias.

No recuerdo cuando fue la primera vez que le ayudé a matar un animal. Lo más probable es que haya sido con un guajolote, que en algún tiempo de mi niñez fueron pieza común por mi casa. Nunca me gustó demasiado que los colgáramos boca abajo en un árbol del patio y luego les hiciéramos un tajo en la nuca. Me parecía poco honesto acuchillarlos por la espalda. Pero así como me callé muchas otras cosas, también decidí no discutirle eso a mi abuela. Cuando ella terminaba a mí me tocaba cuidarlo hasta que dejara de gotear. Mientras le espantaba las moscas y, si me animaba, terminaba de quitarle las plumas. Me gustaba mirarlo todo el rato girar sobre su eje, con las alas lánguidas, inerte. Casi nunca lo comía. No era que sintiera asco o remordimiento, simplemente la carne de guajolote no me gusta.

Me acuerdo de esto mientras veo a mi abuela desmenuzando un gran trozo de carne de venado. Se desbarata entre sus dedos como si fuera la cosa más suave. Mentira. Tampoco es la carne más sabrosa. Sin embargo el atole de venado me encanta y aprecio la oportunidad de comerlo en su forma original. Mi mamá dice que esta carne es muy obscura estando cruda. Ya cocida no tiene el mejor aspecto, es casi negra. Pero es venado y esto no se come todos los días.

Meto una tortilla en mi plato lleno de atole, para que se humedezca. Luego le echo un poco de mole, apenas lo suficiente para que pinte. Rodeo toda la mesa y me acerco a mi abuela para que me sirva carne. Solo me da unas cuantas hebras y se voltea a seguir platicando. Como sé que a estas alturas ya no me niega nada, le pido más con una sonrisa. Vuelvo a mi lugar preguntándome si mi abuela y su padre llegaron a destazar alguno de estos animales. Fantaseo con que incluso pudieran haberlo cazado ellos mismos. Estoy a punto de mencionar el asunto cuando la veo mirarse las manos y suspirar. De inmediato se rehace con un gesto y continua con esa plática que siempre nos hace reír. Me doy cuenta que no le hago falta. Ella sola puede recordar todas las cosas que le duelen y las que no.

sábado, marzo 15, 2008

Ironía

No entiendo este remolino a mi alrededor, todas estas mujeres gritando, la banda de viento tocando fanfarrias. Recuerdo estar de pie, aquí en el atrio, esperando a que salieras de misa. Hoy te tocaba oficiar una boda. Anoche nos reímos cuando dijiste "algún día tendré que casarte a ti". Luego me diste un largo beso en la frente y me acomodaste los cabellos antes de despedirte. Entré a casa y corrí a mi ventana para ver cómo te alejabas por la otra calle. Alcancé a verte darle unas monedas y la bendición a la vieja de la esquina. Después te perdiste en medio de la noche obscura. Tarea fácil. Negra tu ropa, negros tus ojos. Me fui a dormir pensando en la suavidad de tus manos, en tus palabras atentas.

Me despertó el ruido de los platos rotos. Mi padre llegó borracho, con las manos llenas de tierra y una ceja rota, cubierta la cara de sangre. Entró a la casa dando un portazo. Olía a aguardiente y sudor. Se había vuelto a pelear en la cantina. Se burlaron de él preguntándole si estaba esperando a que yo fuera mayor de edad para meterme a la cárcel por asesina.

Empezó a romper todo mientras aullaba mi nombre, que también es el de mi madre, que en paz descanse. Yo me hundí cuanto pude en mi cama, tratando de desaparecer, mientras él se revolvía enfurecido por la casa gritando que sí, que yo había matado a lo que él más quería, que le había quitado lo único bueno que había disfrutado, que mil veces hubiera preferido verme muerta a mí que a ella, que ojalá yo nunca hubiera nacido porque al salir de su vientre me llevé sus entrañas.

Cuando no encontró más que romper se acercó a mi cama y me sacó la cara de entre las cobijas. Apreté los labios esperando el golpe. En vez de eso empezó a llorar muy bajo y en un susurro maldijo a mi madre por querer un hijo y me maldijo a mí por tener sus ojos. Me abrazó muy fuerte y empezó a sonreír, tranquilo. Creí que ya todo había pasado, que me diría “mi niña” y se iría a dormir. Entonces me miró fijamente y me dio un pequeño beso en la boca, como a veces haces tú. Empecé a temblar de miedo. Lo miré asustada y él cubrió mis ojos. Me dio otro beso y entró en mi cama diciendo mi nombre, pero llamando a mi madre.

Desperté esta mañana con el cuerpo adolorido y un sabor amargo en la boca. Mi padre no estaba por ningún lado. Al poco empecé a recordar, como entre sueños, que al marcharse dijo que la muerte no nos había separado, pero yo me quedé sin entender. Por eso vine a verte a la iglesia, aunque sé que no te gusta. Quería preguntarte si todavía es cierto que algún día vas a casarme o si tengo que quedarme con mi padre para siempre. Cuando acabó la misa caminé hacia ti, pero la gente me rodeó. No sé si me miraste, pero después yo te perdí en medio de este ruido y todo este blanco color. Escuché gritos de sorpresa y me encontré apretando los brazos muy fuerte contra mi pecho. Ahora no me puedo separar de todas estas caras que me sonríen con sorna, me felicitan y no me dejan ir hacia ti. ¿Por qué? Ah, ya veo. Esto que tengo en las manos es el ramo de la novia.

viernes, marzo 14, 2008

Meme

* Yo tengo: ganas de verte.
* Yo deseo: que las cosas hubieran sido diferentes.
* Yo odio: sentirme impotente.
* Yo escucho: lo que me recuerda a ti.
* Yo tengo miedo: de olvidarte por completo.
* Yo lloro: muy poco esta vez.
* Yo pierdo: una oportunidad.
* Yo necesito: que te arriesgues.
* Yo le debo: poner atención a mi gato, hacer lo que él necesite.

¿Sí o no?

* ¿Tienes un diario? No.
* ¿Te gusta cocinar? Sí.
* ¿Tienes un secreto que no le hayas contado a nadie? No.
* ¿Crees en el amor? Sí.
* ¿Te bañas todos los días? Sí.
* ¿Te quieres casar? ...
* ¿Te gustan las tormentas? Sí.

¿Quién es?

* ¿La persona más rara? Yo.
* ¿La persona más molesta? Ahora, tú.
* ¿La persona que te conoce mejor? Yo.

¿Cuál es?

* ¿La frase que más usas en el msn? jja
* ¿Tu grupo favorito? Café Tacvba.
* ¿Tu mayor deseo? Sonreir.

Otras preguntas:

* Signo: Capricornio.
* Color de pelo natural: Café obscuro.
* Color de pelo que tienes: Café obscuro con dos rayitos.
* Color de ojos: Café obscuro.
* Número favorito: 7.
* Día favorito: Hoy.
* Mes favorito: ¿Noviembre?
* Estación del año favorita: Invierno.
* Deporte favorito: Bulldog.
* Café o té: Té.
* Monte o playa: Monte.
* Sol o Nieve: Nieve.

En las últimas 24 hrs. tú has:

* ¿Llorado? No.
* ¿Ayudado a alguien? Quizá.
* ¿Comprado algo? Sí.
* ¿Enfermado? No.
* ¿Ido al cine? No.
* ¿Salido a cenar? Creo que sí.
* ¿Dicho “te amo”? Por dentro.
* ¿Escrito una carta? No.
* ¿Perdido a un(a) novio(a)? No...
* ¿Hablado con alguien que hace tiempo no hablabas? No.
* ¿Escrito en un journal? Sí.
* ¿Perdido a alguien? No.
* ¿Abrazado a alguien? Sí.
* ¿Peleado con un familiar? No.
* ¿Peleado con un amigo? No.
* ¿Soñado despierto? Mucho.

Alguna vez podrías...

* ¿Comer un gusano? Sí.
* ¿Matar a alguien? Sí.
* ¿Besar a alguien del mismo sexo? Sí.
* ¿Tener sexo con alguien del mismo sexo? No creo.
* ¿Lanzarte de un paracaídas? Sí.
* ¿Cantar en un karaoke? Sí.
* ¿Ser vegetariano? Sí.
* ¿Emborracharte? Sí.
* ¿Robar en una tienda? Sí.

El original, con Paulinita.

jueves, marzo 13, 2008

Sí, pero le faltó sombra

Compré el boleto en el último minuto. Llegué al Palacio de los Deportes a la carrera y sintiéndome cansada. Metro de ida inconvenientemente atascado, metro de regreso peligrosamente vacío.

Alcancé a notar que el sonido que Café Tacvba traía era excelente, que su juego de luces era genial, hasta el set list me hizo brincar y gritar por momentos. Sin embargo el concierto nunca levantó para mí. Confieso que no le he prestado demasiada atención al SiNo y que sus canciones todavía no me prenden, pero a mí me estaba ocurriendo algo más.

Ya se me pasará. Ahora, a dormir.

miércoles, marzo 12, 2008

Color

Hoy me gusta mi tono de piel. Ya se me quitó el enrojecimiento y ahora tengo un lindo color tostado. Mi boca se oculta un poco y mis ojos parecen brillar más. Todo por un poco de sol... Me hacía falta detenerme así, por completo. Mi mayor esfuerzo fue moverme un poco, solo un poco, hacia la sombra. Hubiera preferido otra vista, pero tenía compensaciones de sobra. Mi ánimo estaba como el cielo, brillante pero con nubes.

¿Habrá alguien quejándose ahora de haberse expuesto demasiado a mí?

martes, marzo 11, 2008

Manifiesto

Quiero un ipod. Podría olvidarme más fácilmente que estoy en una oficina si tuviera música y pudiera cerrar los ojos a gusto. No tengo paredes. Ni a las cobayas se les niega eso, caray. ¿Qué somos? Yo, de momento, soy una floja. No estoy haciendo ni la quinta, ni la décima parte de lo que en su momento llegué a hacer en el trabajo. No tengo prisa en hacerlo, por otra parte. Esta vez solo voy a fluir, a subir a la azotea del edificio a las 11 de la mañana y a las 5 de la tarde para ver el tráfico de la avenida mientras como fruta, a caminar por las tiendas a la hora de la comida sin llevar un peso en la bolsa, a salir irreprochablemente a tiempo para volver a casa a acariciar este gatito que llevo dentro y que descuido durante el día. La noche es para mí.

Me escurriré en la silla cada vez que quiera, me resistiré a vestirme como edecán de la Cruz Roja, no permitiré que nada me quite el sueño y la última de mis preocupaciones siempre serán los números que aparecen en los recibos de la luz. Que la vida sean libros, música, imágenes y películas, junto con una cuenta de banco que crezca como planta tropical para hacerme libre cuando y como yo quiera, entre estas cuatro paredes o volando allá afuera.

Ganar como burócrata y vivir como persona. No quiero más.

lunes, marzo 10, 2008

Matar o morir

Todo esto, por una vez, me lo voy a guardar para mí.

jueves, marzo 06, 2008

En el andén

¿Cómo haces para perder un tren que nunca partió?

Yo tampoco lo sé, pero me queda claro cómo se siente.

martes, febrero 26, 2008

Deseo...

...que mis fantasías queden intactas.

Las que me incluyen y las que no.

lunes, febrero 18, 2008

No caí dormida...

y eso que durante seis horas estuve leyendo como se regula el mercado eléctrico.

Ahora, a dormir como pollito.

viernes, febrero 15, 2008

Último viernes

Me llama mi mamá a media mañana.
- Hola, nena. ¿Cómo estás?
- En la cama, má.
- ¿A estas horas? ¿Por qué?
- Porque todavía puedo.

martes, febrero 12, 2008

Solidaridad

A Darky, y por él.

Hay noches que me dejo atrapar por detalles insignificantes, cosas inofensivas. En manos de mis captores lloriqueo y me muestro arrepentido hasta verles esas miradas de burla o compasión a que son tan dados los que se sienten superiores a un indefenso. Me enjugo las lágrimas mientras acepto los consejos o la pequeña reprimenda que merezco por mi mal comportamiento y me alejo prometiendo corregirme y no volver a hacerlo nunca más.

Entonces me dirijo a casa a terminar, con un tiro de gracia quizá, alguna de esas torturas prolongadas y retorcidas que tanto me gustan, no sin antes asegurarle a mi víctima que sé exactamente cómo se siente.

lunes, febrero 11, 2008

El pequeño zorro duerme

No sé que tan bueno sea leer más de 300 páginas de un tirón, con la boca amarga y el cuerpo entumido. Pese a todo agradezco la digresión. Aún siento el miedo y la impaciencia. No puedo dormir. Es cierto, me pasé buena parte del día echándole aceite a la hoguera tratando de apagarla.

No sé si allá afuera habrá estrellas. No sé cuántos menguantes se suspenden sobre mi estúpida cabeza. Junto mis pocos recuerdos en un atillo y lo aprieto con fuerzas. "Confía. Por una vez, pequeña", me repito un poco sin fuerzas y encuentro la respuesta.

Tengo corazón para la empresa. Pero, si hay lágrimas, espero poder derramarlas a solas.

domingo, febrero 10, 2008

WPP 2008

Mi hermano me acaba de avisar que ya salieron los ganadores del World Press Photo de este año. Me encanta. La disfruto dos veces al año. Primero en estas fechas viéndola en la red y después por ahí de octubre o noviembre que la traen al Franz Meyer.

Me impresionó la fotografía de Emilio Morenatti , el cielo es indescriptiblemente hermoso (1). África está convulsionada (2), la guerra en oriente continua (3), pero los padres siguen sufriendo por sus hijos (4) y la vida sigue (5). El mundo es un lugar bello (6) y el amor encuentra manera de expresarse en todo momento (7). Hay gente que sufre (8), pero también gente que se esfuerza (9) y ríe (10).

Sé que esto último podrá sonar meramente propagandístico, pero es una impresión pura generada a partir de imágenes reales. No hay montajes ni trucos, no se trata de una impostura ni de una ficción. La gente que vemos camina por el mundo tal como nosotros. En cierto que están muertos o mutilados. La sangre y las lágrimas que derramaron son verdaderas.

Esta podrá ser una exposición deprimente para muchos. La fotografía de prensa cubre principalmente el caos en el que estamos envueltos. Pero a mí me agrada pensar que ser feliz aún no es noticia de primera plana. Eso es todavía considerado común y corriente.

Nota: Échenle un ojo más o menos pronto. Lo único que quedará después será la foto del año.

sábado, febrero 09, 2008

Efectos colaterales

Amanecí con náuseas. De hecho empezaron desde anoche. Aparte de las contraindicaciones usuales, mi medicamento debería decir "No cene café con chocolate y pastel de zanahoria". Tendré que escribírselo con pluma a cada caja de fluoxetina que compre durante los siguientes seis meses.

Hace mucho que no me sentía así. Es muy desagradable. Antes despertaba con esta sensación a menudo, supongo que debido a mi gastritis. La primera vez que le dije a mi ex-esposo "Tengo náuseas." abrió los ojos como platos, tragó saliva y puso su mejor cara de aquí-no-está-pasando-nada. Esperó pacientemente mi siguiente comentario, suponiendo que sería fatal. Como si yo le estuviera contando el chiste del perico... Nunca llegamos a esas, pero mi malestar matinal era tan común que llegó a sorprenderse las pocas mañanas que me sentí bien.

Por fortuna empiezo a notar los otros efectos de la medicina, los que me motivan a tomarme mi pastilla cada mañana junto con mi jugo de naranja. Puedo concentrarme mejor, me siento menos ansiosa y ya no se necesita demasiada ingeniería para que yo pueda ocupar la máquina esa que mencionó/soñó Darky el otro día: ya logro acomodar mi pensamiento en una sola línea.

viernes, febrero 08, 2008

Vuelta de tuerca

A mediados de octubre perdí mi goma. Una noche la dejé sobre mi mesa y al día siguiente no pude encontrarla. "¿De veras la dejé aquí?", pensé. Levanté los papeles de la mesa, vacié la mochila en la cama, me tiré al piso con tal de encontrarla. Nada. No estaba. Quise hacerle un lavado al gato, abrí la bolsa de la aspiradora que había usado el día anterior. Mi goma no estaba. Lamenté la pérdida dos días enteros. Odio perder esos pequeños objetos comunes que me han acompañado durante tanto tiempo. Pero esta vez no la perdí, mi goma desapareció.

Por la mañana sonó el teléfono, me barrí por el pasillo y acabé en el suelo. Mientras hablaba por tercera vez con una chica que infructuosamente buscaba a su novio, la vi. Mi goma estaba en la esquina que hacen mis dos libreros, el de Leído y el de Por leer. Colgué el teléfono sin concluir la conversación y me acerqué a ella con incredulidad. "¿Cómo llegó aquí? ¿Cuándo?" Hace días que estoy sola en esta casa, no me he acercado a este rincón inacabado de mi habitación, el gato duerme las horas largas lejos de él. ¿Qué está pasando?, ¿qué es lo que sigue? Ahora la tengo en mis manos y apenas puedo creerlo. Trato de no mirar, de no prestar atención, de cerrar los ojos ante esta irrealidad. No puedo. Ignorar esta suerte de gazapos me anularía, me desvanecería por completo.

Solo puedo seguir, y seguir, y seguir...

jueves, febrero 07, 2008

Mundo al revés

Los narcotraficantes andan sueltos, pero en las inmediaciones del zócalo arrestan a los vendedores de tamales.

¿Qué va a desayunar esta nación? ¿Marihuana?

miércoles, febrero 06, 2008

Chamba

Después de dos semanas de ardua búsqueda encontré trabajo. Llevaba varios días pensando: "Llama a tu jefe, a ver qué dice. Anda, llámalo". Es curioso, después de 18 meses mi ex-jefe sigue siendo mi jefe. Le llamé, platicamos 20 minutos y una hora después ya tenía una oferta concreta. Empiezo el 15 de febrero.

Me agrada la idea de volver al mismo lugar. Lo considero una asignatura pendiente por varios motivos. El principal es que pude haber cuidado mejor de mí misma la última vez y no lo hice. Ahora será diferente; he cambiado mucho durante este tiempo.

Por otro lado es un buen sitio para trabajar, tranquilo y sin mucha grilla. La llevo bien con la mayor parte de la gente de ahí y los demás no me importan. Además, no es sencillo encontrar lugares en los que se pueda hacer algo de economía y el proyecto que me plantean esta vez es muy interesante en ese sentido. La lana va a ser la misma, pero no me molesta. No será así para siempre.

Por lo tanto me dispongo a vegetar los siguientes 10 días para ser la envidia de todos mis colegas y de paso juntar energías para estar de vueltaen una oficina de 9 a 6. También tengo que conseguir algo de ropa fancy porque no creo que mis pantalones verdes con bolsas, que tan feliz me han hecho en estos días, sean de lo más adecuado para una dependencia de gobierno.

martes, febrero 05, 2008

Once

Anoche vi Once de John Carney. Tardé casi una semana en bajarla porque está en pedacitos, pero me gustó tanto que una vez más agradecí tener este rasgo neurótico de acabar las cosas que empiezo. A diferencia de Sofía, yo no creo que el chico sea un perdedor. Sólo es una persona como todas que tiene la fortuna de sentir pasión por algo en su vida. Creo que eso es lo que más me gusta de esta historia, habla de gente simple.

Me agrada ver las muchas maneras que hay de decir te quiero sin pronunciar una palabra. Me entristece comprobar que uno no siempre puede tener lo que más anhela por más que parezca asequible. Imagino este par de vidas como asíntotas en las que jamás habrá intersecciones.

¿Qué tan malo puede ser eso? La falta de realización, tus elecciones pasadas, tus perspectivas futuras, ¿tienen que arruinar tu presente? Yo no lo creo. En todo caso es preferible ser parte de algo hermoso pero inacabado por una vez en toda tu vida a ser partícipe constante de una relación odiosa e insatisfactoria.

Véanla con calma y presten oído a las rolas, son muy buenas. Si se distraen, que sea como yo, leyendo cosas lindas en la ventana del chat.

lunes, febrero 04, 2008

Paseo (II)

¡No hay nada en Tlaxcala! ¡Nada! El centro lo recorres en diez minutos, los museos son muy caros y las iglesias no tienen mayor interés. Eso sí, tocan canciones larguísimas, de más de un cuarto de hora y con sólo dos acordes.

Me lo pasé la mar de bien :)

domingo, febrero 03, 2008

Paseo

Me voy a Tlaxcala, a ver que encuentro. Si ustedes no se pueden escapar este fin de semana, mañana les comparto mis fotos para que utilicen su programa de edición favorito y peguen su cara donde va la mía. Así le podrán decir a sus amistades "Miren, me fui a Tlaxcala".

sábado, febrero 02, 2008

Ciudad

Acaban de asaltarme. Dos mocosos se me echaron encima a la salida del metro. Mientras uno me sostenía por el cuello (¿por qué siempre se me van al cuello?) el otro revisaba las bolsas de mi pantalón. No sé cómo acabamos los tres en el piso. Cuando encontraron mi celular se echaron a correr. Lo peor de todo es que la gente seguía pasando alrededor, sin hacer nada.

Estoy algo nerviosa, sin llegar a asustada. Me siento más bien molesta y esto va a repetirse cada mes de aquí a que termine de pagar el estúpido teléfono. Trato de no pensar en las cosas lindas que traía en él y concentrarme en lo bien librada que salí del asunto, pero no es tan sencillo.

Lo bueno es que mi abrazo ya viene en camino.

viernes, febrero 01, 2008

Lo puedo cambiar

Una de las características más desagradables de mi personalidad es que desconfío de las cosas buenas que me pasan. Si me dan una buena noticia, espero el momento en que me dirán que se trata de una broma. Si encuentro un billete en la calle, lo primero que hago es suponer que es falso. Obviamente no creo en mi suerte, soy partidaria de la teoría de la conspiración y sé que todo lo que puede salir mal va a salir mal. El desastre siempre es inminente, está a la vuelta de la esquina.

Huelga decir que tampoco confío en la gente, siempre le estoy buscando tres pies al gato. Además mi desconfianza es proporcional al interés que tengo en las personas, así que la gente que más me agrada me vuelve loca porque siento que en cualquier momento me va a partir el corazón y de la peor manera.

Hoy llevo varios días sorprendiéndome a mí misma por haberme acercado a alguien. No es nada común, si consideramos el panorama anterior. Aún no encuentro indicios que refuercen mi paranoia o mis cabilaciones usuales. Contra todos mis pronósticos y mis más oscuras elucubraciones, las cosas están muy bien. Me siento feliz y debo confesar que es una sensación extraña, que me asusta un poco.

Sin embargo estoy lista para acostumbrarme a ella.

miércoles, enero 30, 2008

En casa

Recién hoy me recupero por completo de una laringitis que me tuvo en cama desde el sábado. A diferencia de otras ocasiones decidí no hacerme la valiente y me fui a casa de mis tíos. Son como el sol. Me llevaron al doctor, me cuidaron, me alimentaron y estuvieron al pendiente de mí en todo momento.

Ahora que voy a dormir los busco para decir "buenas noches" y no encuentro sino al gato, que no me contesta ni me da beso. Es extraña esta sensación. Más si considero que anoche yo estaba arañando las paredes deseando volver a ésta, mi soledad cotidiana.

Es natural, supongo, acostumbrarse a los demás cuando te quieren tanto. Espero que ellos también me extrañen, porque los adoro.

martes, enero 29, 2008

Advertencia

Piénsalo dos veces: ahora muerdo.

lunes, enero 21, 2008

It's so simple

- How the things are going?
- Much much better.

sábado, enero 19, 2008

Anuncios

  • Hace unos días recibí la invitación para escribir en Había una vez... algunas mujeres. A ver qué sale de este sitio colectivo en el que me alejo más de dos desviaciones estándar de la edad del resto de la población.
  • También me complace comunicar que Darky ha sido tocado por el lado brillante de la fuerza y abierto un blog.
  • Finalmente damos las gracias a Die Verwandlung por el link hacia acá.

Ahora me voy, que debo curarme unos moretones que me hice yo solita esta tarde por andar brincando feliz como conejo. Adiós.

viernes, enero 18, 2008

jueves, enero 17, 2008

La lista del 2007

Tengo que admitir que es más pobre que la del 2006, pero ya no hay remedio. Aunque no he empezado la lista de este año (no he terminado de leer nada, pues), me propongo compilar la de películas también. Ya veremos como quedan.

1. Escuela de Robinsones de Julio Verne
2. Tokio Blues de Haruki Murakami
3. Las aventuras del capitán Alatriste de Pérez-Reverté
4. Olvida usted su equipaje de Jorge Ibargüengoitia
5. La señorita de Tacna de Mario Vargas Llosa
6. Utopía de Tomás Moro
7. La brevedad de Augusto Monterroso
8. El príncipe de Nicolás Maquiavelo
9. El corazón de la tinieblas de Joseph Conrad
10. Dejemos hablar al viento de Juan Carlos Onetti
11. El jugador de Fedor Dostoievski
12. Moderato Cantabile de Marguerite Duras
13. Fuente Ovejuna de Félix Lope de Vega y Carpio
14. El tío Petros y la conjetura de Goldbach de Apóstolos Doxiadis
15. Jucios Sumarios I de Rosario Castellanos
16. Miguel López de Legazpi de Francisco de Icaza Dufour
17. La Perla de John Steinbeck
18. Cuentos maravillosos de Hans Christian Andersen
19. La dama de las camelias de Alejandro Dumas hijo
20. Capitanes intrépidos de Rudyar Kipling
21. Viaje al centro de la tierra de Julio Verne
22. El bordo de Sergio Galindo

miércoles, enero 16, 2008

¡Revolución!

El Mounstruo de Espagueti Volador podrá estar en el cielo (porque a veces lo traemos en el estómago), pero en la tierra seguiremos al gran líder, Camarada Miau.

¡Obedece al gato, ya!

martes, enero 15, 2008

Lo siento

No tengo ganas de escribir desde hace unos días. Los textos pasan por mi mente pero no vengo a publicarlos. Ahora mismo quisiera estar en otro sitio y no aquí, frente a la computadora. Ayer me quedé como conejito lampareado en una entrevista de trabajo. Hoy solo puedo pensar en la ropa que me falta por lavar.

Hay una historia dándome vueltas en la cabeza. Tengo personajes, inicio, diálogos, algunos conflictos, pero no un final. No puedo empezar a escribir así, sin saber a dónde voy. Quizá debiera. Escucho Atascatto y se la recomiendo a mi hermano. Es extraño. Históricamente la música ha fluido de él hacia mí. Estamos cambiando.

¿Cuánto cuesta el Prozac en estos días? No lo sé, pero mañana ya es miércoles.

lunes, enero 14, 2008

Entrevista

- Y dígame, ¿cómo se ve en cinco años?

- ¿En cinco años? En cinco años me veo caminando con alguien, tomados de la mano. Me veo acompasando nuestra respiración para conciliar el sueño. Me veo pensando en él cada mañana antes de abrir los ojos, feliz de encontrarlo ahí, conmigo. Me veo teniendo un hijo suyo, un varón. No sé si en cinco años se trate de un niño que esté aprendiendo a caminar o apenas de un bebé, pero eso no importa. Igual será su hijo. Me veo como la parte central de la vida de ese hombre, la que le da apoyo, fuerza, confianza. Me veo preguntándole cómo le fue en el trabajo, planeando un fin de semana juntos o haciendo el presupuesto de nuestra casa. Me veo entre sus brazos al llorar y reflejada en sus ojos al reír. Me veo extrañándolo si se va de viaje, regañándolo si olvida algo de la despensa o cuidándolo si enferma. Así me veo en cinco años, amando a alguien que me ama.

- Señorita, le pregunté cómo se ve a sí misma dentro de cinco años.

- ¿Uh?

domingo, enero 06, 2008

Así estuvo la fiesta

Increíble. Es lo primero que se me ocurre. Me divertí montones, comí delicioso, recibí regalos geniales y me la pasé como nunca. Todos le pusieron muchísima onda a sus adornos para la cabeza: hubo coronas, tiaras, sombreros, orejas de varios tipos y las excentricidades propias de la ocasión.

Fueron más de 9 horas de pachanga. La sala estuvo a reventar casi todo el tiempo, con gente bromeando y pasándola bien. El pozole y las cigüeñas pusieron el ambiente. Después vino la piñata. Buena parte del contenido me golpeó en la cabeza cuando trataba de calcular qué porcentaje de los dulces obtenidos en piñatas previas de esta temporada ya me había comido, para decidir así si agarraba más o no. Los demás lucían menos reflexivos. Andaban por el piso acumulando botín y buscando a los luchadores de plástico, por aquello de que traían torta bajo el brazo. Luego partimos el pastel, que estuvo riqísimo. Era de tres leches con relleno de fresas y lo complementamos con mouse de chocolate. Ñam. De ahí nos seguimos platicando y ya tarde la gente se empezó a despedir.

En la fiesta hubo varias ausencias. La primera y más importante la de mi hermano y su familia. Por cuestiones de trabajo no pudieron darse la vuelta desde Xalapa, ni modo. Hubo amigos que se disculparon de antemano y que ya veré en otra ocasión. Algunos más dijeron que vendrían y al final no aparecieron; espero que ningún problema grave les haya impedido venir. Pese a todo, quedé muy feliz con el festejo y sinceramente agradecida con todos los que me acompañaron en él.

De verdad mil gracias a cada uno de ustedes, hicieron de este día algo muy especial.

sábado, enero 05, 2008

Reporte pre-festejo

Ya es muy tarde, acabo de llegar de otro cumpleaños. Estoy medio molida por todas las vueltas que hemos dado. Al centro por una olla, al mercado por la carne, a la tienda por complementos. Mi mamá ya puso manos a la obra. Hasta aquí empieza a llegar el olor a pozole.

Me costó trabajo, pero ya tengo lo que van a regalar los 12 luchadores de plástico que eché en mi piñata. A ver quién se los lleva. También están listos los paneles que van a decorar la sala. El arquitecto y yo estuvimos chambeando en ellos hasta las 3 de la mañana de ayer. Ahora solo falta montarlos.

No he hecho el mouse, ni el agua de horchata. Hay grandes cantidades de verduras por picar. La sala no está nada presentable; el piso está lleno de bolsas de mandado, los sillones fuera de su lugar y la mesa atiborradas de chuchería y media. A la cocina no me he querido asomar. El piso de arriba también parece un campo de batalla. Sería bueno que me durmiera. Pero sería mejor que me apurara, apagara la computadora para guardarla y desocupara esta mesa para tener más espacio dónde comer mañana. Mmmh... sí, comer. Ya me dió hambre, toda la casa huele delicioso.

Ya me voy. Ojalá mi mamá me deja probar aunque sea el caldito.

jueves, enero 03, 2008

Premios, menciones, ¡viva!

Perfecto, este diciembre le gané a Green Day. ¡Yay!

También me latió el link honorífico del Conejo Blanco. Siempre es agradable que haya quien opine que no soy complicada ;)

miércoles, enero 02, 2008

30, al fin

Llevo mucho tiempo pensando en este día. La última vez que pensé tanto en uno de mis cumpleaños fue cuando estaba por cumplir 10. Me impresionaba bastante la idea de añadir un dígito a mi edad. Un dígito... No es cualquier cosa.

No sé qué me pasó esta vez, pero llevo algunos meses molestando a mi jefa diciéndole "ya mero cumplo 30". Siempre me respondía "pero todavía no, niña" y amagaba con darme un coscorrón. Pero ya los cumplí y no ocurrió nada. Solo me siento como un avión caza, volando entre las nubes a toda velocidad, cayendo de repente en picada, levantando la nariz en el último momento y yendo hacia las nubes otra vez.

Qué bonito. Viviré los siguientes 30 años así.

martes, enero 01, 2008

¿2008?

Muero de frío. De veras muero de frío. De niña no me gustaba el año nuevo porque me equivocaba al escribir la fecha hasta por ahí de febrero. Sin embargo, si consideramos que olvidé la forma de la "f" en las vacaciones entre segundo y tercero de secundaria, hablamos de pecata minuta.

En mi casa la cena de año nuevo siempre ha sido como la versión de ensayo de la cena de navidad, salvo el orden cronológico, por supuesto. El 24 es en serio, pero el 31 nos conformamos con imprimir en calidad de borrador.

¿Propósitos de año nuevo? Sí, tengo algunos. Nada que valga mucho la pena enunciar. Sólo les diré que van a marearse menos con el orden de los post este año. Aunque es posible que todavía aparezcan algunas cosas del anterior.

Creo que eso es lo que más me gusta ahora del año nuevo. El permiso que nos damos a nosotros mismos de tirar cosas a la basura: propósitos inútiles, manías resecas, ideas gastadas, proyectos empolvados, recuerdos añejos, intentos infructuosos. Solo para el 1 de enero se fomenta masivamente la muy saludable conducta de decir "al demonio con esto". Debiéramos hacerlo más a menudo.

Propongo volver a escombrar el armario mental el 2 de febrero que viene. No me parece mala fecha; la tele asocia de manera indisoluble los momentos de reflexión con la presencia de comida en abundancia. En una de esas acabamos llegando al tao con solo mirar nuestro plato repleto de hojas de tamal vacías.