Lobos marinos

Acabo de verlos en la Rada Tilly. Eran como 500 de una población que ronda los mil animales. Son increíbles y mugen como vacas. La mayoría de ellos estaban tirados en el piso tomando el sol de lo lindo. Algunos que querían echarse al agua caminaban encima de sus compañeros que ni se inmutaban. En el mar se ponen juguetones. Entran y salen, se persiguen, se enredan en las algas, se quedan panza pa'rriba.

Además el color del mar es hermoso. Turquesa hasta donde se pierde la vista. El viento del este corrió con fuerza y me dejó llena de arena. No necesito más nada.

Bariloche

La región es increíble; los paisajes, de ensueño. El día que llegué subí en teleférico a una montaña y tuve una excelente vista del lago. Hoy hice rafting nivel IV hasta la frontera con Chile. Mañana voy a dar un paseo por el bosque y al medio día sigo mi camino hacia el sur. Ahora voy a la costa atlántica. Lástima que no sea temporada de ballenas.

Ah, también voy a comerme un helado de chocolate.

El bicho

No es cierto, nada es cierto. Nada pasa, todo se pierde. Ahora estoy aquí y podría estar en cualquier lugar. No hay nadie alrededor y eso me acomoda bien. Soy un bicho solitario. Un bicho asustado, un bicho solo. Solo un bicho. Un bicho con gatos, un bicho de bichos. Un bicho al que las cosas le salen bien. A veces mal, pero el bicho sigue completo. El bicho. El bicho extiende sus alitas, el bicho tiene todas sus patas. El bicho quiere dormir y acurrucarse. El bicho quiere soñar. El bicho está solo porque no hay más bichos. Los demás se lo pierden. El bicho. El bicho come lo que sea, el bicho duerme en cualquier lugar. El bicho no se cansa, solo se entristece un poco. El bicho no tiene casa. El bicho no la necesita. El bicho quiere algo pequeño, chiquito. Una covacha para el bicho. El bicho no quiere nada, está solito y arropado. El bicho quiere llenar, cubrir y que nadie lo moleste. Váyanse si no son bichos. El bicho quiere mirar de lejos y solo dejar ver un poco. Nadie conoce al bicho, nadie lo ha visto entero. El bicho sonríe. El bicho sabe, pero no se lo dice a nadie. El bicho juega, malabarea. Es feliz el bicho.

Pero nadie toca la puerta del bicho. El bicho no tiene puerta.

Lo que sigue

Ayer abandoné la idea de irme hasta el sur en avión. Simplemente no hay lugares disponibles. Ya compré mi boleto de autobús a Bariloche (17 horas). Luego miré el mapa y ya no me impresioné tanto. No es la primera vez que hago viajes tan largos y con éste recorro la mitad del camino.

Pero primero, Montevideo. Esta noche salgo para allá en barquito. Estaré dos días completos y después, al frío.

Caminando

Hoy visité la Boca, el barrio de San Telmo y Puerto Madero. Me encanta esta ciudad. Cada barrio tiene sabor propio. Además el clima estuvo delicioso. Bárbaro, como dicen aquí. Y aún me falta tanto por ver...

Quizá debí quedarme a esa función de cine al aire libre, pero estoy cansada y mañana debo ocuparme también de cuestiones más técnicas (arreglar mi itinerario, ir al correo, revisar mi estado financiero, etcétera). Para mi fortuna encontré una estación de radio con excelente música clásica (96.7 de FM) que escucharé hasta que concilie el sueño.

Desperté

Ayer fui a la Plaza de Mayo y caminé por toda La Florida. En la Plaza San Martín me compré un helado. Estaba muerta de cansancio y me fui a dormir temprano. Por fortuna se puede andar en la calle a las 2 de la mañana. Mientras fracasaban mis encuentros con los teléfonos públicos trataba de recordar cuando fue la última vez que te soñé. Hace ya tanto de eso... Anoche vi mil rostros en mi mente y no me sorprendió no encontrar el tuyo. Ni cuando estás frente a mí lo veo.

Aquí todos están a la misma distancia. Los de cerca siguen conmigo, los de lejos no me acompañan.

En la fecha ideal

Señoras y señores: por fin estoy en Buenos Aires.

No le digan a nadie...

...que estoy de ilegal en Brasil. Es una historia un poco larga y muy divertida que comenzó en Salta, Argentina. Ahora estoy en casa de unos amigos brasileños en Foz de Iguaçú. La ñ la escribí con ASCII, porque el teclado es para portugués.

El viaje de Asunción a Ciudad del Este ha sido el más hermoso que hecho hasta el momento. No solo el paisaje era increíble, completamente verde, con ríos y plantaciones. Vi el modo en que vive la gente, tranquila y ordenadamente. Platicando afuera de sus casas, jugando futbol con los amigos, los niños corriendo entre los prados. Hasta las industrias parecían mentira, activas, bien pintadas, bonitas, con pastos alrededor, sin desperdicios a la vista. Yo estaba muerta de cansancio pero no podía cerrar los ojos ante todo lo que veía.

Fue una delicia dormir en una cama y no en un autobús. El calor es más benévolo aquí. Esta tarde veré las Cataratas de Iguaçú.

Asunción

Creo que mi estancia en todo Paraguay no va a durar un día entero. No importa, siempre podré decir que estuve en las ciudaddes más importantes porque en dos horas salgo rumbo a Ciudad del Este. Mañana estaré en las Cataratas de Iguazú.

Estoy feliz (pese al calor de 40 grados).

¡Por fin en Argentina!

Fue otra etapa de locura. Tenía el tiempo contado para lograr mi conexión en la frontera y poder hacer el viaje entre Tarija y Salta, cruzando por Bermejo del lado boliviano y Orán en el argentino. Los funcionarios argentinos de aduana y migración se tomaron todo el tiempo del mundo en curioseando mi pasaporte, preguntándome por el clima en el D.F. y revisando mi mochila. Además la terminal de autobuses queda a 58 kilómetros del puente fronterizo. Si añadimos que Argentina va una hora adelante se entiende perfectamente porqué perdí mi camión.

Pero hoy eso no me pasará. Saldré de aquí a las 5:30 de la tarde y mañana a las 9 ya estaré en la frontera con el Paraguay. Las cataratas de Iguazú esperan por mí.

Mañana será otro día

Para llegar aquí a Tarija desde Uyuni hice 6 horas y media en tren, 9 en camión y 3 a caballo. Llegué a las 4:30 de la mañana, llovía intensamente y tardé en encontrar una habitación. Estuve a punto de desesperar.

Ahora estoy mejor y me doy cuenta que en definitiva soy un ratón de ciudad. La ciudad es linda, hay movimiento y gente por todas partes. Sin embargo estoy preocupada por lo mucho que me falta por recorrer. Los servicios de transporte aquí en Bolivia son malos, muchos de los caminos son solo terracería y, dado mi presupuesto, la vía aérea no es una opción. Veo el mapa junto con el calendario y no sé si lo lograré.

Hallaré la manera de salir adelante, no tengo duda al respecto. Como un primer paso iré a comer cangrejitos al río y a probar los vinos de la región.

Mi nueva profesión

Recién empieza el año y ya estoy explorando otros terrenos profesionales. Hoy inicié mi carrera como traductora para turistas. Hice un recorrido por el Salar de Uyuni con cuatro chicos europeos (de Noruega, Suecia y Holanda) y una boliviana. Todos quedaron muy contentos. No había mucho que traducir porque el chofer, que era a quien yo debía ayudar con el idioma, no decía mucho.

En fin, cuando pague los impuestos del 2007 tendré que declarar los 8 dólares que me acabo de ganar.

30-1

Hoy es mi cumpleaños. Nunca hubiera adivinado que me la iba a pasar aquí, en el otro hemisferio del planeta, respirando otro aire, viendo otro cielo. He ganado mucho, la vida me ha mostrado de todo.

Estoy en Uyuni, pueblo pequeñísimo, polvoso y sin ningún atractivo propio. No conozco a nadie y dudo poder conseguir una buena comida. Pero nada de eso me importa. Estoy feliz, andando camino, mirando estos paisajes de fábula, viviendo mi propio sueño.

Espero todos sus abrazos a mi regreso.