Hoy me gusta mi tono de piel. Ya se me quitó el enrojecimiento y ahora tengo un lindo color tostado. Mi boca se oculta un poco y mis ojos parecen brillar más. Todo por un poco de sol... Me hacía falta detenerme así, por completo. Mi mayor esfuerzo fue moverme un poco, solo un poco, hacia la sombra. Hubiera preferido otra vista, pero tenía compensaciones de sobra. Mi ánimo estaba como el cielo, brillante pero con nubes.
¿Habrá alguien quejándose ahora de haberse expuesto demasiado a mí?
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