Compré el boleto en el último minuto. Llegué al Palacio de los Deportes a la carrera y sintiéndome cansada. Metro de ida inconvenientemente atascado, metro de regreso peligrosamente vacío.
Alcancé a notar que el sonido que Café Tacvba traía era excelente, que su juego de luces era genial, hasta el set list me hizo brincar y gritar por momentos. Sin embargo el concierto nunca levantó para mí. Confieso que no le he prestado demasiada atención al SiNo y que sus canciones todavía no me prenden, pero a mí me estaba ocurriendo algo más.
Ya se me pasará. Ahora, a dormir.
jueves, marzo 13, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario