miércoles, enero 30, 2008

En casa

Recién hoy me recupero por completo de una laringitis que me tuvo en cama desde el sábado. A diferencia de otras ocasiones decidí no hacerme la valiente y me fui a casa de mis tíos. Son como el sol. Me llevaron al doctor, me cuidaron, me alimentaron y estuvieron al pendiente de mí en todo momento.

Ahora que voy a dormir los busco para decir "buenas noches" y no encuentro sino al gato, que no me contesta ni me da beso. Es extraña esta sensación. Más si considero que anoche yo estaba arañando las paredes deseando volver a ésta, mi soledad cotidiana.

Es natural, supongo, acostumbrarse a los demás cuando te quieren tanto. Espero que ellos también me extrañen, porque los adoro.

2 comentarios:

|) /\ ® |{ ¥ dijo...

Nunca es tarde para mandar un abrazo y desear que se tenga buena salud

Un abrazote, un rico te de menta, o hierbabuena(esas dos son las plantas que tengo que mas servirian para hacer te, a no ser que te guste el te de flores de cebolla, tomillo, madreselva entre otras cosas no muy apetitosas pero bonitas...) y un muy sincero "Que te mejores pronto"

Por cierto, en el C.C. Sta. Fe, hay uan tienda donde venden cosas que pueden servir a los aguerridos caballeros(espadas, creo que armaduras y cositas asi, mas de pastel que de verdad aunque son solidas y metalicas). No te parece linda la idea de tener un mandoble como exposición permanente o simplemente para tener duelos en el zocalo?

Grimalkin dijo...

¿Cómo son las flores de cebolla? Lindas, supongo.

Gracias por los buenos deseos. Y ojalá se aboliere pronto la ley que prohíbe los duelos.