miércoles, julio 09, 2008

¿De dónde eres? ¿Yo?, de la Guerrero

De los años de mi hermano en Oaxaca hay una anécdota que siempre me ha llamado la atención. Estaba él empujando su carrito de paletas cuando una anciana, molesta por la estrechez de la banqueta, lo rebasó rumiando: "Estos malditos orientales que nada más nos vienen a quitar el trabajo". Cada que la cuenta nos gana la risa y no por lo absurdo que resulta el establecimiento de la industria paletera como fuente de empleos a defender. Lo risible del asunto es que, por más licencias poéticas que nos tomemos, mi hermano no tiene cara de oriental por ningún lado. Yo, que según las malas lenguas soy igualita a él, menos. O eso creía...

El domingo me puse a platicar en inglés con un tipo de Namibia. En algún punto de la conversación me pregunta:
- Where are you from?
Me pareció que el comentario estaba de más; el que tenía cara de turista era él, no yo.
- What do you mean? Which town I was born or what?
- No. Where are you from?
Respondí sin estar segura que estuviéramos hablando el mismo idioma.
- I'm mexican.
- Really? I believed you were from some part of Asia.
- What?!
No, en realidad dije "¡¿guá?!"
- Yeah. But, your parents are from there, right?
- Nop.
- One of them?
- Nop.
- Your grandparents then?
- Nop.
- Not all, but maybe a couple?
- Nop.
- Someone in your family?
- Nop.
- At least one foreigner, or something?
- Enough, big guy.

Pero me quedé con la duda y le conté al inge.
- ¿Qué opina, mi estimado?
- La verdad, licenciada, es que tiene usted una caida de ojos muy particular.
Con toda la impaciencia de que fui capaz, repliqué.
- ¿Esssss decir?
- Que no sé, jaja.
Cerré esa parte de la conversación con un mexicanísimo "mmta" ante su sinceridad galopante y me puse a ver fotos.

¿Oriental? ¿De dónde? ¡Ni siquiera me vestí de china poblana en los bailables de la escuela! Cierto que mis ojos no son grandes y que tengo unas ojeras destacables, pero en esta casa ni blanquitos somos. Flacos, menos. ¿Cachetones? Sí, a estas alturas del partido ya me hice a la idea. Tampoco somos altos y si algo se nos encrespa es el cabello. Pero, ¿ustedes qué dicen?

Ya me los imagino preguntando, ¿y esta quién es? ¡Soy yo! En la versión más original que tengo a la mano, pa'que no digan que altero el proceso de auscultación.

6 comentarios:

|) /\ ® |{ ¥ dijo...

Mi prima es de ascendencia japonesa.

Ni una sola persona le ha dicho que tiene rasgos asiaticos(tenia la piel amarillita, pero ya no), mucho menos le han preguntado si es de otro pais.

Ha notado que su piel se ve particularmente clara, casi amarilla, en la foto de su display? Tal vez eso explique las cosas

Anónimo dijo...

¿De verdad el inge dijo eso? La verdad es que sólo se acuerda hasta lo de la caída de ojos, de lo demás ya no.
Un beso, lic.

Grimalkin dijo...

Darky, tú me has visto en vivo, en directo y a todo color y sabes que lo de la foto es puro efecto de luz, así que no cuenta. ¿O sí?

Mmmh... No deja de ser interesante.

Grimalkin dijo...

Le juro que el inge dijo eso, inge.

Besos (para el inge).

Quien Resulte Responsable dijo...

Yo, con mi experto y atinado ojo para reconocer asiáticas, debo decir que no te veo lo asíático mas que en el código genético, y sin embargo, pues sí, tienes los ojos rasgados, mas no de la forma asiática (tercer pliego sobre la cuenca horizontal) sino en la forma amerindia (tercer pliego bajo la cuenca angulado).

Debo deducir que varios de tus antepasados vinieron a México cruzando por el estrecho de Bering. Lo cual implica que por tus venas y buena parte de tus arterias (yo diría que el 80%) hay sangre amerindia, lo que explica el rasgado de los ojos. También hay por ahí una buena parte de sangre española y portuguesa, producto del mestizaje nacional.

Ah, y para la próxima vez, siempre puedes decir que tus abuelos llegaron del imperio otomí. No otomano, sino otomí. Eso explicaría los ojos.

Grimalkin dijo...

¿Ven?, les dije. Me-xi-ca-na.