viernes, diciembre 08, 2006

No lo entiendo

El martes me di una vuelta por Filosofía. Mi intención inicial era comerme una de las baguetes que una pareja de novios ponen en bolsitas de papel estraza y cargan en una canasta (riquísimas), pero me dijeron que iban a llegar como 2 horas después. Hambrienta, dejé que mi búsqueda de El hombre ilustrado me llevara al Circuito Escolar. Ahí vi un letrero que decía "Comida vegetariana, 18 pesos". La combinación fue difícil de rechazar, así que entré y pedí mi comida. Mientras me servían mi sopa de frijol, pregúnté:
- ¿Hay un baño por aquí?
- Sí. Por esa puerta, al final del pasillo.
Crucé la puerta en cuestión y me quedé de una pieza: estaba dentro del Che Guevara. Obscuro, derruido, abandonado.

Pueden alegar lo que quieran, pero no le veo sentido a una lucha cuya estrategia mantiene aislado el espacio que busca defender. Las actividades dentro del auditorio (la última fue hace dos meses) son de un sesgo tan marcado que podríamos decir que sirven a los intereses de unos cuantos. Y en realidad no importa si ese grupo apoya a otras causas o pretende ser incluyente. Sigue siendo una élite.

Tampoco se confundan, mi postura no es maniquea. No estoy diciendo que todas las acciones del movimiento de ocupación deban echarse a la basura o que su ideología no sirve. Para ejemplo, basta decir que comí muy bien, a un precio realmente bajo y en un ambiente amable y proactivo (de autogestión, le llaman). Además simpatizo en general con su línea de pensamiento.

Pero, ¿cómo puedes reivindicar algo volviéndolo un cadáver?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tampoco entiendo.....Como que todo tiende a corromperse :(


otra cosa: ¿encontraste tu glasses?

roger

Grimalkin dijo...

Siiií, y soy feliz por eso.

Aunque estuve a punto de dejar a la ciudad con un arquitecto menos, porque yo digo que él tuvo la culpa.

Besos

Anónimo dijo...

Ah! ya encontré la respuesta! Que bien que los encontrasete.
¿donde estaban?
¿cuando te vas?
¿que le ibas a hacer al arquitecto?
Te amo!!

Grimalkin dijo...

Estaban en un recóndito huequito del sillón, pequeña. Al arquitecto iba a someterlo a alguna clase de tortura que no requiriera gran agudeza visual, por supuesto.

Oh, por dios, me voy en 8 días.