Ya antes les han dado hijos a los hombres que yo amaba. Hijos que deseaban e hijos que no. Se transformaron por completo, se desvanecieron, se desdibujaron ante mis ojos sin remedio. Sin importar cuánto me querían, terminé por perderlos.
Me sentí inútil, impotente ante esas mujeres. Miraba sus vientres y el mío sin encontrar nunca razones, donde todo era tan simple... No envidié a ninguna, pero las maldije a todas.
Hoy me miras a los ojos y dices querer un hijo mío. Me estemezco y termino por comprender. Ahora sé que a ti también voy a perderte.
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6 comentarios:
Yo te quiero. =)
Y yo a ti, pero ellos no.
Yo te admiro. He conocido muchas veces el caso contrario, donde la chava concibe con tal de amarrar al incauto e inocente (jaja, seguro) hombre.
Beso.
PS: Ando desatado con los comentarios. Debe ser el agua de por acá.
¿Perrier o Evian? Dime, para no tomar de esa.
:)
De la llave, querida amiga. De la vil llave.
Anotado.
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