El poco juicio que me queda ha decidido abrirse paso a través de mi encía inferior derecha. No siento que me muero, pero sí empiezo a notar, a percibir, la parte interior del hueso de mi mandíbula. No puedo juntar los dientes sin sentir dolor. Incluso pasar saliva es incómodo. En consecuencia mi ingesta de alimentos ha sido bajísima. Además salivo demasiado y ninguna de esas dos cosas es buena para mi estómago. Este dolor tampoco me ha dejado dormir muy bien, así que mi cabeza está pagando las consecuencias.
Ahora estoy comiendo un plato de grasosísimo espagueti con pedazos de un embutido que ojalá sea de cerdo. No es lo más nutritivo ni lo más sencillo de ingerir, pero lo hago en son de protesta porque estoy segura que en mi cita de mañana a las cuatro de la tarde con el dentista mi topología será, una vez más, mancillada con un bisturí.
Update: Afortunadamente no hubo necesidad de cirugía y salí de ahí con dos pedazos de mi cabeza en la mano y algunos regalos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
7 comentarios:
Animo, mon amie, espero que tu visita al dentista sea breve e indolora, para que puedas salir pronto de todo esto.
Besto hasta allá, del lado izquierdo para que no te duela.
Argh. De veras que no es por llevar la contraria, pero mis deformaciones profesionales me impiden evitar mencionar que dado que un diente es, topológicamente, una esfera, tu estructura como variedad diferenciable no será modificada por el bisturí. Por más que suene increible, dado cuanto te duele.
Que te mejores. XD
Darth Tradd:
Gracias por los buenos deseos, pero todos sabemos que las visitas al dentista solo son breves e indoloras cuando te ponen fluor y no creo que sea el caso.
Beso del lado izquierdo recibido.
r:
Tienes toda la razón. Aunque yo no me refería a la extracción en sí, sino al nuevo agujero en la encía. Pero como éste se unió al ya existente mi topología volvió a su estado inicial. (Si me iba yo a quedar igual, ¿para qué tanto desmadre?)
Sea una vaca esférica (digo) sea una muela madreada, lo más conveniente es mandarla mucho a, digamos, un cofrecito donde se guardan los dientes de leche que uno previamente ha tumbado ya. En mi caso, yo tuve que deshacerme no sólo de cuatro muelas del juicio final sino de una que estaba bastante buena pero que el imbécil del dentista decidió eliminar antes de que la cosa "pasara a mayores."
Cuando cambié de dentista el nuevo vió la impecilidad que hizo en anterior y tuve que volver a pasar por la fresa y el taladro para reparar el daño. Hasta pensé seriamente en hacer que mi dentista me reimplantara una muela del juicio final (están grandes las cabronas...) en lugar de reparar la corona mortuoria que traigo ahora.
A mí tampoco me caen bien los dentistas, V. Pero este puso mis dientes dentro de unos ratoncitos de plástico y me regaló dos calcomanías por haberme portado bien. Nunca me había reído tanto en una cita médica. Quién lo iba a decir.
jajaja por lo que veo, la visita al destista fue mejor de lo q kisa esperaste no?? minimo te reiste un monton jajaja es lo que me gusta
aliviate pronto
(:p a mi nunca me ha dado ratoncitos :( )ire a reclamr y si es necesario ¡que me saken un diente!
Creo que con que le pidas un ratón será suficiente.
Gracias, Amanda.
Un beso.
Publicar un comentario