martes, agosto 28, 2007

Quién lo iba a decir

Hoy me diste una piedrita de colores. Dijiste algo sobre el gusano que ayer me echaste encima y me llenó de ronchas, pero no entendí. Después, cuando nos subimos al árbol, te gané la rama gordita, la que se balancea bonito. Lero, lero. Pero luego te desquitaste, me echaste arena en la ropa y tu mamá me tuvo que sacar el vestido para limpiármela toda. Creo que por eso me diste tu mermelada en la merienda. Mi mamá dice que ya no te voy a ver tan seguido porque tus papás consiguieron una casa más grande y van a irse.

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Qué tonto te has vuelto. La primera vez que te vi en la secundaria ni me saludaste. Te hiciste el loco y te fuiste con tus amigos. Baboso. Ahora andas con tu sonrisita estúpida todo el día y te sientes la gran cosa nomás porque eres güerito y las demás niñas se ríen de tus tonterías. Siempre andas presumiendo. En el recreo, en deportes, en los pasillos. Eres insoportable y he visto que te ríes de mí. Hoy te veías bien ridículo parado a la salida de la escuela con esa rosa fea en la mano. Yo ya sabía para quien era, para la tonta de Estela. Hacen buena pareja, es tan idiota como tú.

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Hace rato te encontramos cuando íbamos saliendo de la facultad. Yo no te reconocí pero mis amigas de inmediato te señalaron y empezaron a cuchichear: que Estela ya no aguanta vivir en tu casa, que los trabajos no te duran, que tu niño es enfermizo. Me quedé de una pieza. No tenía idea de lo que te había pasado. Me acuerdo que hubo cierto alboroto cuando salimos de tercer año, pero por esos días falleció mi abuelita y yo no me enteré realmente de nada. Sentí pena por tu situación, sin embargo, ahora somos nadie.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Te perdió desde que te dio la piedrita de colores. Evidentemente preferías el gusano-saca-ronchas y la arena en el vestido que la piedrita. Así somos los hombres, nunca nos damos cuenta de las cosas.

Besto enorme.

Gracielita. dijo...

(Darth Tradd tiene razón en lo último.)

Constantemente tengo el anhelo de saber que ha sido de quienes ya no están de lleno en mi vida.

¡Quedó bien lindo esto!

Anónimo dijo...

Lo peor de todo, mi estimada Gracielita, es que cuando leí tu comentario pensé que te referías al besto. Por supuesto, esto me hizo reir como pocas veces, al darme cuenta (o algo así).

No tengo remedio.

Grimalkin dijo...

Dtradd:
No, señor. Usted empieza a preocuparme.

Peque:
Yo prefiero no enterarme. Bueno o malo, creo que nunca me va a gustar. Optimismo es de lo que no tengo.

Quien Resulte Responsable dijo...

Yo por eso no le regalo nada a nadie. Por eso y por tacaño, claro está.