martes, febrero 12, 2008

Solidaridad

A Darky, y por él.

Hay noches que me dejo atrapar por detalles insignificantes, cosas inofensivas. En manos de mis captores lloriqueo y me muestro arrepentido hasta verles esas miradas de burla o compasión a que son tan dados los que se sienten superiores a un indefenso. Me enjugo las lágrimas mientras acepto los consejos o la pequeña reprimenda que merezco por mi mal comportamiento y me alejo prometiendo corregirme y no volver a hacerlo nunca más.

Entonces me dirijo a casa a terminar, con un tiro de gracia quizá, alguna de esas torturas prolongadas y retorcidas que tanto me gustan, no sin antes asegurarle a mi víctima que sé exactamente cómo se siente.

3 comentarios:

david santos dijo...

Hola, Grimalkim.
Tudo lo que hablas en tu postagene es lo mismo con todas las personas.
Nosotros tenemos siempre alguna cosa para complicar.
Abrazos

Grimalkin dijo...

¿Complicar, David? Es muy simple: yo estoy libre y, pronto, él también.

Grimalkin dijo...

A usted, señor.