sábado, julio 28, 2007
Certeza
Así esta noche, al sentir mi cuerpo sumergirse hasta el fondo del lago por los pesos que habré puesto en mi abrigo, sabré que todos creen que estoy bien aunque nunca nadie me lo haya preguntado.
viernes, julio 27, 2007
Tiawanaco
Fue paseo de un día. Me dirigí a una de las peores zonas de La Paz (en opinión de Horacio, por lo menos) para tomar una combi que me cobró 7B por un viaje de hora y media aproximadamente. Atravesar El Alto fue lo más tardado. Es una zona pobre, excesivamente poblada y con un crecimiento desordenado. El resto del viaje, pese al amontonamiento, fue genial. Las nubes bolivianas son incomparables.
Me informaron mal sobre el precio de entrada a las ruinas. En una oficina de turismo de La Paz me dijeron que el boleto para extranjeron costaba 20B. Yo llevaba el dinero más o menos contado así que mi sorpresa fue grande cuando me enteré que en realidad costaba 80B. Ni modo, no había nada que hacer. Me senté afuera de la taquilla a comerme el emparedado que Lourdes me había preparado y me puse a platicar con la gente que pasaba por ahí. Después de un rato, los vigilantes del museo me mandaron a ver a su jefe para ver si él se apiadaba de mí. Funcionó. Luego de esperarlo un rato y plantearle mi cruenta situación me permitió pagar como nacional: sólo 10B (aunque, por supuesto, terminé desembolsando 20B).
Valió la pena. Hermosas ruinas, en verdad.
miércoles, julio 25, 2007
En serio duele
Ahora estoy comiendo un plato de grasosísimo espagueti con pedazos de un embutido que ojalá sea de cerdo. No es lo más nutritivo ni lo más sencillo de ingerir, pero lo hago en son de protesta porque estoy segura que en mi cita de mañana a las cuatro de la tarde con el dentista mi topología será, una vez más, mancillada con un bisturí.
Update: Afortunadamente no hubo necesidad de cirugía y salí de ahí con dos pedazos de mi cabeza en la mano y algunos regalos.
lunes, julio 23, 2007
Bolivia otra vez
jueves, julio 19, 2007
Resquicio
miércoles, julio 18, 2007
lunes, julio 16, 2007
Mentiroso
Y pienso en él cuando pienso en ti. Por mucho tiempo estuve sentada a las afueras de un balneario alemán esperando una limosna que me permitiera apostar, realizar ese golpe de suerte que me devolviera todo lo perdido, todo lo deseado. Pero el otro día desperté de un sueño inquieto, pertubador, ni bueno ni malo, un poco amargo quizá y entendí que nunca tuve la menor oportunidad, que toda esperanza siempre fue vana, que toda moneda ganada sólo acentuaba la burla. Entendí que la casa siempre gana.
jueves, julio 12, 2007
De lentejas y ceniza
Me considero una experta en la materia, me miento con mucha facilidad. Me es fácil urdir una trama que me justifique, que me redima. Empezó como una técnica de supervivencia que se volvió vicio, necesidad. Ahora que lo he notado me debato entre la realidad y mis construcciones interiores, que, para mi fortuna, no siempre se contradicen.
Quizá debiera dejar las cosas como están, pero en mis fantasías sólo estoy yo, no puede acompañarme nadie más.
miércoles, julio 11, 2007
viernes, julio 06, 2007
Hallazgos
¿Qué me sorprenderá encontrar en doce años más?Llevaba diez días bajo el diluvio, asfixiado por el ambiente, muerto de cansancio. Se había vuelto un autómata. Sus piernas respondían a la costumbre, no a sus deseos. De haber sido así se hubieran detenido hace mucho tiempo.
Estaba solo. De los seis hombres que iniciaron la marcha a su lado dos se perdieron, uno se suicidó, otro no despertó un día, uno más él mismo lo había matado, el último cayó en el lodo dos días antes. Cuando escuchó el golpe de un fardo contra el suelo ni siqiuera volteó, se sentía solo desde mucho tiempo atrás.
Él sólo recordaba, recordaba para vivir. Recordaba todo lo que la vida le negó. Recordaba, siempre con dolor, que había olvidado qué hacía allí. Recordaba la última vez que, en vano, intentó recordar cuál era el objeto de su presencia en el lugar más inhóspito de la tierra.
Recordaba el amor que pudo ofrecer a aquella mujer que ya había olvidado. Recordaba la ternura con la que cargó a los hijos que nunca tuvo. Recordaba lo feliz que se sintió al recibir las cartas que jamás llegaron. Recordaba el orgullo con que lució esa medalla que nunca obtuvo. Recordaba muchas cosas.
También, con beneplácito, recordaba que había logrado olvidar lo que era tiritar de frío bajo la lluvia incesante. Recordaba haber olvidado el hambre, el sueño, el sobresalto, la desesperación. Y también, al caer de rodillas dentro de la casa que no tiene puertas ni ventanas, logró recordar que esa era la felicidad que había olvidado al nacer.
miércoles, julio 04, 2007
Merci beaucoup
Eso me ayuda a entender, aunque no completamente, las más de 7,500 visitas que este sitio tiene registradas desde que vió la luz hace ya casi un año. Me sorprende tal cantidad de visitas, de veras. ¿Quienes serán mis lectores? ¿A qué se dedicarán? ¿Por qué deciden caerle por aquí? ¿Podré leerlos yo? ¿Dónde? ¿Alguién más estará apuntando en este dirección? Misterio.
Pero gracias, gracias otra vez.