martes, diciembre 26, 2006

Navidad

El 25 amaneció mejor de lo esperado. Dice mi mamá que siempre llueve en Navidad y fue cierto, pero las primeras horas del día estuvieron soleadas. No quise hacer mucho. Cuzco estaba en absoluta calma y decidí hacer juego con el ambiente de la ciudad. Caminé por los distintos barrios hasta bien entrada la tarde y después me puse a mirar fotografías, tanto las que he tomado como las que traje de casa.

Me miro y tardo en reconocerme. ?Quién es ella? ?Por qué sonríe? En días como ayer caigo en la cuenta de lo poco que en realidad sé de mí y pese a todo siento esperanza. Ya estoy dibujando mis límites, estableciendo mis fronteras. Este es también un viaje hacia mi interior

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Nena!!

Me gustó bastante tu reflexión, y me parece muy bien que además de que conozcas otros lugrares y personas te conozcas a ti misma, aunque a veces ésto es más difícil.

Te quiero muchísimo, me da mucho gusto que estés feliz. Mil besos!

Anónimo dijo...

Parece un buen ejercicio cartográfico. Da gusto saber que la esperanza todavía puede ser el nombre de un puerto o de una estación en tu camino.

Grimalkin dijo...

Besos para ti, pequeña. Por favor, avísame cuando sepas algo de José porque lo extraño mucho.