sábado, mayo 31, 2008

jueves, mayo 29, 2008

Inferencia

Hemingway dice que con la derrota viene la amabilidad, que los que han sido vencidos desarrollan una bonhomía que se explica por esa única causa. ¿Cuántas veces me he sentido vencida, destrozada, rota por dentro? Ocasiones incontables ya. La sensación de abandono que acompaña a la rendición me resulta familiar desde hace mucho. Sin embargo, si algo me han reprochado de antaño es no ser amable, al grado que hay quienes me tachan de altanera. Pobre y soberbia, dirían por ahí.

La cuestión es, ¿soy un contraejemplo a la formulación del escritor? ¿Está Hemingway equivocado? ¿Dónde puede estar el error?

Una posibilidad es que a la fecha yo no haya sufrido una derrota verdadera. Falso. No me extenderé hoy en ejemplos, pero ni mis más acérrimos detractores podrían mirarme a los ojos y sostener cosa semejante. Algunos de ellos incluso han claudicado conmigo.

Otra es que las reclamaciones que me han dirigido hayan sido mentira. No lo creo. Personas de mi entera confianza y todo mi cariño me han señalado una y otra vez tan desagradable característica de mi persona. Yo misma tengo que admitirlo. Es un arma que desenvaino con facilidad.

Podríamos concluir entonces que Hemingway está equivocado, pero en verdad no lo creo. Esa debilidad del alma, esa fatiga por lo que ya no tiene sentido nos empequeñece y nos arrastra a pensar en el otro, aunque sólo sea por la esperanza de que el otro piense en nosotros y no nos abandone. Observar nuestras propias cicatrices nos hace reflexionar sobre el dolor que podemos acarrear a otros y nos hace ser más suaves y considerados, por lo menos un poco más amables.

¿O es que por amabilidad Hemingway se refiere a la dignidad de ser amado? En tal caso no hay salida; también se equivocó conmigo.Porque nunca he sentido que se me quiera más en ninguna de las ocasiones en que me ha postrado esta vida.

martes, mayo 27, 2008

jueves, mayo 22, 2008

IFETEL

¿Quieren acordarse cómo sonaba la voz de esa maestra de primaria viejita y desdentada? ¿Quieren saber en qué tono se reza el rosario en los pueblitos de nuestra bella provincia? ¿Quieren saber cuál es la frase más larga que se puede decir en nuestro idioma sin respirar? ¿Quieren probar un método, por fin gratis y eficaz, de combatir el insomnio? En caso de imperiosa necesidad, ¿quieren que algo los baje de la nube en que andan?

¡¡Llamen al 01 800 433 2000 y consulten la ubicación del módulo más cercano a su domicilio!!

Lectores allende las fronteras, no se agüiten. También pueden ser partícipes de esta experiencia llamando por cobrar al 52 55 5481 9897.

martes, mayo 20, 2008

Lazos

El gato metió la cola en mi té con leche. Aún así me lo tomé. Le di un pedazo de pan con mermelada y llenó la cama de moronas. Yo no debiera cenar entre las cobijas, pero es tan rico hacerlo cuando llueve... A José le gusta el espacio que se forma entre mis piernas cuando estoy sentada. Me hace cosquillas con la lengua y me olvido de todo.

Llevamos una larga temporada sin acomodarnos a la hora de dormir. Él me araña los brazos o me maulla en el oído. Yo lo amenazo con la almohada o le doy pequeños empujones. Sin embargo, al despertar, estamos más cerca que nunca, casi abrazados.

Yo busco al llegar a casa, él me reclama las noches que paso fuera. Y después de una hora juntos ya no queremos vernos más. Somos el arquetipo del matrimonio viejo; no nos soportamos, pero abominamos la idea de separarnos. A veces nuestra felicidad no consiste en hacer al otro sonreír, sino en ahorcarlo un rato. Aún así puedo jurar que este gato y yo nos amamos con locura.

¿Así acaban siempre los lazos que perduran? ¿Los amores pasionales, las relaciones tortuosas, los dramas de imposibles? ¿Justo así? ¿Neta? ¿Este es el verdadero significado de "y vivieron felices para siempre"?

¿Es eso lo que quiero?

lunes, mayo 19, 2008

Al aire

Siento que pasa un día y otro y otro y otro y otro sin más. El esfuerzo no se acumula, las experiencias no permanecen. La vida se me escapa de entre las manos.

¿Hasta cuándo?