jueves, noviembre 30, 2006

Con calma

Estos días no he querido pensar demasiado. Entre los exámenes, las presentaciones finales y los preparativos del viaje me siento francamente exhausta y ansiosa. Los niveles de tensión más altos son antes de dormir y cuando tengo que levantarme. El resto del tiempo, el solo hecho de estar haciendo algo sirve de desahogo. Ahora estoy cansada, física y mentalmente.

Compré mis regalos navideños y no estoy demasiado contenta con mis selecciones pese a haberlas hecho con todo cariño. Los regalos me provocan cierta ansiedad, quisiera provocar el mismo gusto que yo siento cuando recibo uno y la mayor parte del tiempo no creo lograrlo. No me siento capaz de hacer tan feliz a la gente. En fin.

Además mi serotonina hizo trampa. Bajó súbitamente sin emitir ninguna de las alertas usuales. Lo que ocurre en estos casos es que mil ideas surgen a toda velocidad, mi cabeza bulle mientras el resto de mí desea permanecer en silencio y sin movimiento. Esta ausencia de válvula de escape provoca un congestionamiento mental que me hace inoperante. Es como si estuviera en otra dimensión.

Mi manual del usuario dice que escribir puede ser una solución y creo que es cierto. Ahora que lo he hecho, tengo esperanzas de conciliar el sueño relativamente pronto.

martes, noviembre 28, 2006

Sigo pensando

Hace rato un chico me preguntó cuándo había terminado mi última relación. Demonios, no supe qué contestar. Varias respuestas vinieron a mi mente: "el sábado", "¡pero si no he tenido ninguna!", "hace años".

Me quedé como las ovejas me, guardé un respetuoso silencio.

domingo, noviembre 26, 2006

Vivir de prestado

Esta semana debí hacer un pastel, sacarme unas fotos, llamar a un chico. En lugar de eso eché mi mente a volar.

La ciudad es hermosa por la noche si la miras desde el cielo.

viernes, noviembre 24, 2006

En poco tiempo voy a despertar

Cuando abro los ojos por la mañana suelo tener fresco el sueño que tuve durante la noche. Si el recuerdo es agradable, cierro los ojos un momento más y saboréo las imágenes, las voces, las sensaciones, cualquier cosa que pueda rescatar antes de que todo se me escape como agua entre las manos. Si tuve una pesadilla, recuerdo con no poca sorpresa que dentro de mì se encuentra el mayor dolor, el miedo infinito. En ambos casos, termino saliendo de la cama para darle paso a mi vida. En pocos minutos, el sueño se desvanece y nunca albergo la esperanza de repetirlo o de no volver a tenerlo.

Solo sigo adelante.

miércoles, noviembre 15, 2006

Tengo miedo

Creo que tus ojos estarán vacíos. Veré dentro y no habrá más nada.

lunes, noviembre 13, 2006

Exámen Final de Metodología de la Investigación y Estadística

¡Me quitaron mi radio!

Sabor y lujuria

Los personajes de El Codex Romanoff, religiosos casi todos, utilizan la cocina como medio para sublimar sus pasiones reprimidas. Mientras se susurran recetas prohibidas al oído, su imaginación los llena de sabor y de placer. También de amor. Comparten, experimentan, se reconocen con el alma y sobre todo con el cuerpo. Crean un vínculo que se fortalece en la intimidad del confesionario, en la soledad de las celdas, en el silencio de los pasillos conventuales, en su comunión con Dios. El cocinero busca agradar, provocar, perdurar en sus comensales. Ellos, indefensos y débiles ante la tentación, se abandonan a ella sin reservas.

Así es el amor. Buscas estremecer, adentrarte en el otro y dejar grabado tu sabor. Quieres que te recuerde y vuelva a tí a probar lo que le ofreces. Preparas los encuentros, los saboreas de antemano, los disfrutas poco a poco para después revivirlos en la memoria. Pasión y deseo apenas contenidos. Las caricias, los besos, la piel y el sudor se mezclan en una creación delirante que paladeas con embeleso. Dejas que la delicia invada tu cuerpo, recorra tu piel y te arranque gemidos en la intimidad de ese claustro de cuatro paredes, sobre ese altar de sábanas erigido por ambos. Tu boca y tus manos buscan incansables provocar sensaciones que te graben con fuego en su piel. Lo recorres confiando en tu instinto, lentamente y con desenfreno. Cierras los ojos y te dejas hacer. Su escalofrío confirma que has encontrado el punto exacto, la combinación perfecta e irrepetible. Mientras, su sabor penetra tus sentidos, su calor traspasa tu cuerpo, el mundo explota y te entregas sin que nada más importe. Ni siquiera la perdición de tu alma.

viernes, noviembre 10, 2006

¡Listo!

Éjele. Seguro que algunos ni cuenta se dieron.

jueves, noviembre 09, 2006

Migrando

Al fin me decidí a hacer el switch a la nueva versión de Blogger. No estoy muy feliz. Perdí los cambios que ya había hecho a la plantilla y el manejo de las nuevas herrramientas que tanto cacarean no es tan triviale como dicen. Además, yo no sé qué le pasa a las máquinas aquí en el IIMAS que ni la versión anterior se veía bien, por lo que es posible que el aspecto actual no sea tan desagradable.

Espero no tardar mucho en arreglarlo.
Ténganme paciencia.

martes, noviembre 07, 2006

¡Ya tengo mis boletos!

Ahora sí creí que no lo lograba. Este fin de semana empecé a sentir ansiedad por no haber comprado aún mis boletos. Estaba esperando que una amiga que tiene una agencia de viajes me echara la mano con eso, pero es la hora que no sé nada de ella.

Anoche entré a la página de Taca y me puse a buscar mis vuelos: México-Quito el 18 de diciembre, La Paz-México para el 12 de febrero. Después de búsquedas y búsquedas, cambiando la ciudad de destino, poniéndome flexible con las fechas y demás: nada. No había manera de volar al otro lado del Canal de Panamá antes de la Navidad. Bueno, si había pero al doble de mi presupuesto, yéndome hasta Santiago de Chile. Ay, casi lloro. Como ya era muy tarde para arreglar algo, solo copié la dirección y el teléfono de Taca en México y me fui a dormir. Estuve fácil media hora dando vueltas en la cama: ¿por qué no los compré antes?, ¿quién me manda a andar de atenida?, ¿y si ya no encuentro nada?, ¿y si termino pagándo un dineral?, ¿cuál, si ni tengo?, etcétera, etcétera.

En la mañana llamo a Taca y me atiende Cynthia. Yo creo que la dejé mareada porque la hice repetir las ochenta búsquedas extrañas que yo hice anoche con el mismo infructuoso resultado. Al final, la pobre optó por la típica "se cayó el sistema" para quitarme de encima. Y yo en la histeria.

Convencida de que al factor humano tenía que hacer la diferencia (por lo menos que me lo digan en mi cara, ¿no?) me lancé a Torre Mayor en un último y desesperado intento por no caer en las garras de Aeroméxico. Llego a las dichosas oficinas y con mucho aplomo, como si hoy en la mañana se me hubiera ocurrido irme de viaje, pregunto por un viaje redondo México-La Paz en las fechas tales y tales (A la mera hora cambié la ciudad de arribo porque Bolivia es barato y Ecuador me dió flojera :). Muy mona, una chava con prendedor de periquitos se pone a teclear y me dice: "No, no hay para el 18.". Ay, dios mío. Yo ya estaba pensando a quien darle el sablazo para pagar el vuelo hasta la Patagonia cuando, muy mona otra vez, completa: "Pero sí para el 17". ¡¡Salvados!! No me puse a brincar ahí mismo para no desentonar con el ambiente cool, pero ganas no me faltaron.

Total, que mis boletos además salieron baratísmos. Probablemente porque el vuelo de ida va a durar 17 horas y el de regreso 12 horas con 31 minutos. Ya les contaré cómo son los aeropuertos de San José de Costa Rica y de Lima. Me va a dar tiempo de aprendérmelos de memoria.

lunes, noviembre 06, 2006

Pasión

Desde dentro, allá afuera, en todas partes.

¿Dónde estás?

domingo, noviembre 05, 2006

Wish list

Como ya siento la temporada navideña encima (mi cena va a ser el 2 de diciembre, porque creo que el 24 voy a andar en Machu Pichu) y con la intención de allanarle el camino a mi mamá y a cualquier otro que se esté tronando los dedos y no sepa qué darme, he elaborado una pequeña lista de cosas que me gustaría ver envueltas con un bonito papel de colores, un gran moño y una tarjeta con mi nombre.
  • Caballete, pinceles o unas acuarelas. O los tres si andan espléndidos.
  • Bolsa o mochila de Chococat. (Si no es original, neta ni lo intenten.)
  • Reloj de pulsera. Estaría excelente uno combinable con mi ropa café.
  • Ipod. Sería la onda.
  • Radiecito portatil. Tengo ganas de escuchar las estaciones de radio locales de por allá.
  • Juego de cuerdas nuevas para mi violín.
  • Pañuelos suavecitos para usar como mentonera
  • Películas: Apocalipsis Now, The Nightmare Before Christmas, Fight Club, Misery, Der name der rose, etcétera.
  • Libros: La estructura de las revoluciones científicas de Kunh, Los cuentos del Padre Brown de Chesterton, Deterioro y caida del imperio romano de Gibbon, Los Borgia de Puzo, una biografía de Lindbergh, los artículos periodísticos de Ibargüengoitia, El corazón de las tinieblas de Conrad, un diccionario Francés-Español, El nombre de la rosa de Eco, Fausto de Goethe, Balada de la cárcel de Reading de Wilde, ¿Qué es la vida? de Erwin Shrödinger, etcétera.
  • Discos: Los de Zoe, Limón y Sal, cualquiera de Chavela Vargas, Chava Flores, Rockdrigo, Café Tacuba, Bach, Bethoven (soy un fan muy chafa, no tengo ni uno), Bienvenido al sueño, Calamaro querido, Cuál es tu rock (el que trae a Maria Daniela y su sonido láser), música de bandas de viento mixtecas (Guerrero o Oaxaca), ópera, etcétera.
Lo bueno es que la lista era pequeña :)